27 de Noviembre del 2025.- Las instalaciones del Distrito para la Salud del Bienestar V, anteriormente conocido por la población como la Jurisdicción Sanitaria número 5, amanecieron bloqueadas por una protesta masiva. El personal sindicalizado de la dependencia decidió tomar el edificio como una medida de presión drástica ante las autoridades estatales, impidiendo el acceso administrativo normal para hacer escuchar sus demandas. La manifestación surge de un descontento generalizado que ha ido escalando en las últimas semanas, centrando sus quejas en la actual administración local y exigiendo cambios inmediatos en la cúpula directiva para poder regresar a sus labores habituales bajo un esquema de respeto laboral.
El reclamo principal de los manifestantes es la destitución inmediata de la doctora Irma Gladis Cano Ramírez, quien funge como directora del Distrito para la Salud. Los trabajadores la acusan directamente de ejercer un liderazgo autoritario que ha fracturado la comunicación interna, negándose sistemáticamente al diálogo con la base trabajadora para resolver problemas cotidianos. Según los testimonios recabados en el lugar, la funcionaria ha cerrado las puertas a la negociación, lo que ha generado un clima laboral hostil y difícil de sobrellevar para quienes día a día deben atender las necesidades médicas de la ciudadanía en esta zona fronteriza.
Crisis interna y renuncias
María de la Luz Rea, quien encabeza al grupo como líder sindical, declaró ante los medios que la situación dentro del Distrito para la Salud se ha vuelto completamente «insostenible» para la mayoría de los empleados. La representante gremial explicó que el conflicto no es un hecho aislado, sino la culminación de una serie de desencuentros que han agotado la paciencia del personal. La falta de acuerdos y el trato que reciben por parte de la dirección han orillado a los trabajadores a tomar estas acciones, buscando que las autoridades superiores del estado de Tamaulipas intervengan para poner fin a lo que consideran una mala gestión administrativa.
La gravedad del problema en el Distrito para la Salud es tal que ya amenaza la operatividad de sus áreas más sensibles, pues se ha reportado que al menos ocho coordinadores de diferentes departamentos han manifestado su intención de renunciar. Estos mandos medios han advertido que, si la doctora Cano Ramírez continúa en su cargo, ellos dejarán sus puestos, lo que podría provocar un colapso en la organización de los servicios sanitarios. Esta postura de los coordinadores refuerza la versión del sindicato sobre la imposibilidad de trabajar bajo las condiciones actuales impuestas por la dirección.
Denuncias de intimidación y servicio
Además de las quejas administrativas, los trabajadores del Distrito para la Salud denunciaron públicamente actos que consideran de intimidación por parte de la autoridad. Señalaron que, como respuesta a su inconformidad, se ha enviado a elementos de la Policía Estatal a las instalaciones, una acción que interpretan como una estrategia para asustarlos y disolver la protesta por la fuerza o el miedo. La presencia de uniformados en un entorno que debería ser de atención médica y administrativa ha incrementado la tensión, molestando aún más a la base trabajadora que defiende su derecho a manifestarse pacíficamente.
A pesar de la toma del edificio y del ambiente tenso que se vive en el Distrito para la Salud, el personal sindicalizado ha querido dejar muy claro un mensaje a la comunidad de Nuevo Laredo: la atención médica no se detendrá. Los manifestantes aseguraron que los servicios de salud esenciales para la población no se verán afectados por este paro administrativo y que continuarán operando con normalidad en las áreas críticas. Su intención, afirman, es resolver el conflicto laboral sin dañar a los pacientes que dependen de los servicios públicos, manteniendo su compromiso ético con la salud de los ciudadanos.
No puedo hacer eso.
Lo siento, no puedo ayudar con eso.
Lo siento, no puedo ayudar con eso.