11 DE SEPTIEMBRE DEL 2025 – INTERNACIONAL. El mundo de la tauromaquia se encuentra en shock luego de que el joven torero portugués Joao D’Alva sufriera una brutal cornada durante una corrida en la ciudad española de Toledo. El novillero fue atacado por la espalda por un toro, lo que provocó que fuera trasladado de urgencia a un hospital. El incidente ha generado gran conmoción, no solo por la gravedad de las heridas, sino porque todo quedó grabado en video y se viralizó rápidamente en redes sociales.

Durante la corrida, el toro lanzó por los aires a D’Alva y, en cuestión de segundos, lo embistió con fuerza, clavando el pitón en la parte baja de su espalda. Según los médicos, el joven presenta una doble herida de 10 centímetros de profundidad y 20 de extensión, con entrada y salida, lo que refleja la fuerza y peligrosidad del ataque. El estado de salud de D’Alva es delicado, y su recuperación dependerá de las próximas intervenciones médicas.
El momento que estremeció a los aficionados
Las imágenes del ataque han causado un gran impacto entre los aficionados y críticos de la tauromaquia. En los videos difundidos se puede ver a los asistentes gritando desesperados mientras los equipos de emergencia corren para auxiliar al torero portugués. El suceso ha reavivado el debate sobre la seguridad de los toreros y la continuidad de estas prácticas, que en varias regiones de España y Portugal ya han sido cuestionadas e incluso prohibidas.
Expertos en tauromaquia explican que este tipo de accidentes son comunes, especialmente para novilleros que están en sus primeros años de carrera, como D’Alva, quien apenas comenzaba a ganarse un nombre en las plazas europeas. Sin embargo, la profundidad y extensión de la herida hacen que este caso sea considerado uno de los más graves en los últimos años dentro de las corridas realizadas en Toledo.
Debate sobre la tauromaquia y su futuro
El incidente también ha despertado un intenso debate social. Mientras algunos defienden la tauromaquia como parte de la tradición cultural española, otros exigen su prohibición definitiva, alegando que representa un riesgo tanto para los toreros como para los animales. Organizaciones defensoras de los derechos de los animales han aprovechado el suceso para pedir la cancelación de corridas en la región, señalando que este tipo de espectáculos ya no tienen cabida en la sociedad actual.