28 JULIO 2025-INTERNACIONAL- La localidad costera de Praia a Mare, en el sur de Italia, ha establecido un toque de queda nocturno para menores de 14 años como respuesta a una serie de incidentes ocurridos durante el verano. A partir de ahora, y hasta el 30 de septiembre, los menores no podrán estar en espacios públicos entre las 00:30 y las 07:00 horas, a menos que estén acompañados por un adulto responsable. La decisión ha sido firmada por el alcalde Antonino De Lorenzo, quien advierte sobre una «emergencia creciente» en la zona.
La medida responde a varios episodios de vandalismo, uso indebido de monopatines eléctricos y alteración del orden público, muchos de ellos protagonizados por menores. En un fin de semana especialmente conflictivo, del 18 al 20 de julio, la policía decomisó varios vehículos eléctricos conducidos ilegalmente. Según las autoridades, esta situación pone en riesgo tanto a los propios jóvenes como a la comunidad en general, sobre todo durante la temporada alta de turismo.
El ayuntamiento argumenta que los menores son más vulnerables durante la noche, no solo a accidentes o agresiones, sino también a conductas como el consumo de alcohol y drogas, y a situaciones relacionadas con la delincuencia juvenil. Para quienes incumplan la ordenanza, se aplicarán multas de 100 euros para el menor y 250 euros para los adultos responsables, con sanciones más severas en caso de reincidencia.
Esta medida no es aislada en Europa. Otras ciudades italianas como Milán y Nápoles han debatido regulaciones similares en temporadas pasadas. Incluso en países como Francia y España, las restricciones nocturnas para menores han sido utilizadas como herramientas para enfrentar problemáticas de seguridad juvenil. En muchos casos, estas restricciones han ido acompañadas de programas educativos o comunitarios para abordar de forma integral las causas del comportamiento problemático.
La decisión ha generado opiniones encontradas. Algunos padres y comerciantes aplauden la iniciativa, considerándola necesaria para mantener el orden público y prevenir accidentes, sobre todo ante la masiva llegada de turistas que ha aumentado la presión sobre los servicios locales. Otros, en cambio, consideran que se trata de una medida desproporcionada que castiga a todos los menores por las acciones de unos pocos, limitando injustamente su libertad.
Praia a Mare, conocida por sus playas y su ambiente veraniego, se convierte en uno de los primeros municipios en Italia en adoptar este tipo de restricciones de manera formal y prolongada. La atención ahora se centra en si la medida logrará resultados tangibles o si terminará por alimentar un debate más amplio sobre los derechos de los jóvenes y las políticas de control social en espacios públicos.
