
CIUDAD DE MÉXICO.- El gobierno de los Estados Unidos deportó a México al exgobernador de Tamaulipas, Tomás Yarrington Ruvalcaba, tras cumplir siete de los nueve de años de prisión a los que lo condenaron en 2018 por una Corte de Texas por el delito de “lavado” de dinero.
Fuentes federales informaron que el expriista fue entregado en la frontera de San Diego con San Isidro, a agentes de la Fiscalía General de la República (FGR), adscritos a la Interpol, quienes le cumplimentaron ordenes de aprehensión por delitos contra la salud y operaciones con recursos de procedencia ilícita, y lo trasladaron vía aérea a la Ciudad de México.
Tras su llegada a la Ciudad de México, llevaron al exmandatario al penal de máxima seguridad del Altiplano, donde lo presentarán ante un juez de control que definirá su situación jurídica, reportaron las fuentes federales.

Cabe recordar que en 2024, la FGR solicitó de aprehensión en contra del exgobernador de Tamaulipas, por su presunta responsabilidad en el delito de lavado de dinero.
Sin embargo, la titular del Juzgado Segundo de Distrito de Procesos Penales Federales en el Estado de México, Raquel Ivette Duarte Cedillo, regresó la solicitud a la FGR para que “subsanara diversas deficiencias existentes” en la averiguación previa que inició contra el político detenido en Italia, en 2018.
¿Por qué condenaron a Tomás Yarrington Ruvalcaba
De acuerdo con investigaciones ministeriales, un testigo protegido que formó parte del Cártel del Golfo, con asiento en Tamaulipas, acusó a Yarrington Ruvalcaba, en su calidad de gobernador, de facilitar el tráfico de drogas y llevar a cabo “lavado” de dinero.
En 2018, una Corte de Texas condenó a 9 años de prisión a Yarrington Ruvalcaba por el delito de “lavado” de dinero en los Estados Unidos, por un monto de 12.7 millones de pesos y 450 dólares por la compra de inmuebles, tráfico internacional de drogas, fraude bancario y evasión de impuestos.
Es bueno ver que la justicia finalmente se está haciendo, aunque sea un poco tarde. La verdad es que muchos de estos políticos se creen intocables y es necesario que enfrenten las consecuencias de sus actos. Espero que su regreso a México no signifique que pueda seguir haciendo lo que le plazca sin rendir cuentas.
Es un poco preocupante ver cómo personas que han estado en el poder y han cometido delitos serios, como el lavado de dinero, acaban regresando a su país después de cumplir una pena relativamente corta. Esto puede dar la impresión de que la justicia no es igual para todos y que, al final, hay quienes logran salir con menos consecuencias. La verdad, muchos ciudadanos esperan que se haga justicia de manera más firme y que estos casos no se queden en el olvido.