
Autoridades de Estados Unidos ordenaron este viernes el cierre de la base aérea Luke, ubicada en Arizona, tras reportes sobre la presencia de un tirador activo dentro de la instalación militar. La situación generó una respuesta inmediata de los equipos de seguridad y activó los protocolos de emergencia establecidos para este tipo de incidentes.
De acuerdo con un comunicado oficial, la base aérea informó que estaba respondiendo a un incidente con un tirador activo en sus instalaciones. Como medida preventiva, se ordenó a todo el personal refugiarse en el lugar y seguir estrictamente las instrucciones de los equipos de respuesta desplegados en el recinto.
Las autoridades detallaron que fuerzas del orden y personal de emergencia acudieron de manera inmediata a la base aérea, mientras se pedía a la población civil evitar la zona. Asimismo, se solicitó no difundir información sin verificar para no entorpecer las labores de seguridad relacionadas con el posible tirador activo.
Respuesta inmediata en la base aérea
Durante el operativo, unidades especializadas del 56.º Escuadrón de Fuerzas de Seguridad, junto con autoridades policiales locales, realizaron revisiones exhaustivas en la base aérea. El objetivo principal fue descartar cualquier amenaza activa y garantizar la protección del personal militar y civil.
Poco menos de una hora después del primer aviso, la alerta por tirador activo fue levantada oficialmente. Las autoridades informaron que la zona había sido despejada y que no se encontró ninguna amenaza real dentro de la base aérea, lo que permitió reducir el nivel de emergencia.
Tras confirmar que no existía riesgo, se ordenó que todas las operaciones de la base aérea continuaran con normalidad. El comunicado final subrayó que la rápida actuación de los equipos de seguridad fue clave para controlar la situación sin que se reportaran personas heridas.
Medidas de seguridad y contexto
Aunque el incidente concluyó sin consecuencias graves, el reporte de un tirador activo puso de nuevo en el centro del debate la seguridad en instalaciones militares de Estados Unidos. Este tipo de alertas, aunque en ocasiones resultan ser falsas alarmas, se toman con máxima seriedad debido al riesgo potencial que representan.






