
Texto por: Javier Rodríguez
Hace varios meses tuve uno de los viajes más emocionantes de mi vida pero no le pude contar a nadie… hasta ahora. Tiene que ver con The Last of Us y el estreno de su segunda temporada en abril. Pero para que entiendan lo que viví como fiel seguidor del juego y la serie, primero deben saber algunas cosas.
Como dije, no sólo soy fan The Last of Us en la serie, sino un gran aficionado desde que salieron los dos títulos para Playstation. Para que se den una idea, tengo tatuadas referencias en mis brazos: una luciérnaga y una polilla, cada uno representando un momento de esta saga.
Me esperaban 5 horas de vuelo de CDMX a Vancouver, Canadá. Esas horas las convertí en una pequeña preparación para lo que me esperaba. El día siguiente del viaje fue el momento cumbre. Era 11 de julio de 2024 (tantos meses en silencio) a las 2:30 de la tarde tiempo local.

El mundo empezó a cambiar en la entrada
Un camión nos recogió a mí y a otros periodistas en el hotel, el cual nos llevó a los estudios ubicados en Vancouver. Una hora completa de camino en el que parecía que el mundo había cambiado drásticamente así como sucede en The Last of Us.
Había camiones destartalados, autos de guerra oxidados, algunos atrapados entre plantas, y fachadas de edificios en ruinas… como si la pandemia del cordyceps llevara ahí más de 20 años. Esa era la entrada porque enseguida estaba la pluma de acceso a las instalaciones “de verdad”. Era impresionante.

Y no sólo era impresionante el espacio en sí mismo, el cual veremos por completo a partir del 13 de abril en MAX. Sino que la producción se sentía inmensa y completa con mucha gente caminando entre los pasillos, diferentes tráilers que sirven para que los actores que tomen sus descansos y gente del staff que nos recibía para darnos nuestros gafetes de invitados.
Porque éramos eso, invitados al mundo de The Last of Us, un mundo ficticio que cada vez se siente más cercano. La agenda que nos dieron nos permitió vivir la experiencia apenas por 4 horas, así que inmediatamente nos pasaron a la primera entrevista.
Gabriel Luna vuelve como Tommy en The Last of Us 2
Caminamos por una bodega enorme en donde estaba apilado todo lo que se puedan imaginar de props (o utilería): canoas, sillones, jaulas y hasta ropa desgastada. Todo esto está tan bien hecho, que les juro que esos objetos con sólo verlos, provocaban un olor agrio sin que realmente existiera en el ambiente.
Al cruzar un par de pasillos más, llegamos a una ubicación con poca iluminación donde estaban 10 sillas para que nos acomodáramos y tuviéramos las primeras charlas con parte del elenco.
Ahí nos recibió el actor Gabriel Luna, quién para The Last of Us 2 vuelve como Tommy Miller, hermano de Joel (interpretado por Pedro Pascal) y quien de manera muy cordial, saludó a todas las personas que nos encontrábamos en el lugar.

Nos dio la mano y nos preguntó sobre nuestra nacionalidad, respondiendo en cada uno de los idiomas de procedencia: a su servido en español con un, “Buenas tardes y bienvenido a Vancouver, gracias por venir”; en portugués para nuestro compañero brasileño; con el inglés, desde luego, no tuvo ningún inconveniente; y cuando llegó el momento de saludar a una periodista de Polonia, se limitó a decir que no conocía tantos idiomas, provocando la risa de todos.
Mientras platicábamos con él, nos contó que para conocer a su personaje, Tommy, jugó el videojuego con Neil Druckman (se imaginan la envidia que sentí de saber que terminó el juego junto a su creador) y Craig Mazin (director, guionista y productor de The Last of Us 2).
Descubrió la importancia de su personaje y quedó cautivado por darle vida a Tommy. Después de 28 minutos donde nos adelantó poco de los próximos episodios, se despidió con una gran sonrisa y desapareció entre los pasillos oscuros.

“La ruptura correcta” con Neil Druckmann
Pasaron apenas seis minutos tras la despedida de Luna, cuando salió de ese mismo pasillo el que, para mí, es un genio en la narrativa de los videojuegos, el creador de este mundo postapocalíptico tanto en gaming como de la adaptación para la televisión: Neil Druckmann.
También con la atención de saludarnos a todos personalmente, tomó asiento frente a nosotros para responder cada una de nuestras preguntas. Tengo tatuajes de The Last of Us, es en serio que soy muy fanático del juego. ¿Qué NO le quiero preguntar a su creador?
Nunca había estado tan preparado para una entrevista, y entre más se acercaba mi turno, me di cuenta que no me gustaban las preguntas. Obviamente eran lo nervios de escuchar, poco a poco, sus respuestas. Pero también era recordar lo que le gritaba a la televisión cuando veía cada una de las escenas de la primera temporada o cuando jugaba el videojuego por primera vez. Era el porqué si ya sabían de qué trataba la segunda parte, no metieron más elementos que hubieran sido un buen easter egg.

Las palabras que más destaco de nuestra plática fue cuando habló de los espacios que ahora ocupan los personas y el relato. “El alcance de la historia es mayor, por eso va más allá de una sola temporada. La razón por la que elegimos siete episodios (en esta segunda temporada) es que nadie de HBO nos dijo, ‘Tienen que hacer esta cantidad de episodios’. Dijeron, ‘Ustedes encuentren una pausa natural para ello donde sientan que es una buena pausa para la temporada, y apoyaremos ese número‘”.
¡Wow! Qué fregón que te den la libertad creativa para poder contar la historia como lo necesitas, no bajo alguna directriz. Esto quiere decir que se pusieron de nuestro lado, del lado del gamer y el espectador para ver qué era lo que necesitábamos ver, el recorrido que tendríamos que hacer.
“La forma en que rompimos esta historia, es que en realidad fuimos a través de todos los ritmos, incluso ignorando lo que encajaría en la temporada. Y luego volvimos y dijimos, ‘¿Sabes? Esto se siente como el punto de ruptura correcta‘”, nos dijo.

Les recuerdo que esta entrevista se hizo en julio de 2024. Han pasado casi 8 meses; eso quiere decir que nadie, hasta la fecha, sabe qué sucederá en The Last of Us 2. Sólo ellos. Neil no pudo decirnos más.
Al preguntarle si seguirán la línea narrativa o intercalarían historias, nos dijo que no podía hablar de eso. Muy dentro de mí, gritaba, “Me lleva la… todos queremos saber cómo va a ser”. Y hago hincapié en eso porque si no has jugado The Last of Us Part II, vas completamente en ceros.
Pero la lógica diría que si lo has jugado, anticipas algunas cosas, ¿no? Pues bien. Quiero confesar que estamos también en ceros respecto a muchas cosas. Y eso lo hace más emocionante, sobre todo porque el mismo Neil, sin confesar nada, nos dijo que nos sintiéramos en casa después de agradecernos y despedirse a lo lejos: The Last of Us también es nuestro, de los gamers y los fans.

Los clickers comiendo ¡¿hongos?!
Llevábamos casi hora y media desde nuestra llegada. Dos de las entrevistas más emocionantes ya habían sucedido, por lo que nos invitaron a comer y a beber algo mientras esperábamos al productor ejecutivo, Craig Mazin.
Nos movieron al otro lado de la bodega a una zona más grande donde veíamos a mucha gente del staff vestida de negro cumpliendo distintos roles en los que nadie cae en cuenta que se realizan cuando vemos una serie del tamaño de The Last of Us 2. Unos llevaban aguas, utilería, corriendo de un lado al otro en comunicación permanente.

Debo admitirlo, debo hacer esta confesión que, aunque se las platique o se las explique lo más detallado posible, no podrán entender. Mientras caminábamos a la zona que nos asignaron, se “rompió” la magia de ver a algunos actores caracterizados como chasqueadores (clickers) comiendo. Y ustedes dirán, “Bueno, son actores, deben comer“.
Y sí, pero irónicamente, comían hongos, champiñones para ser exactos. No pude evitar pensar en la primera vez que los vi en el juego, y cómo se “materializaron” en la serie de The Last of Us en el episodio dos titulado “Infectados” (aunque sabemos que el primero apareció en el primer episodio, muy escondido al cierre).
El dark room y la escena que se estaba filmando
En fin. Ya me desahogué. Para seguir con la experiencia, al fondo, en otra división de esta bodega, se escuchaban las instrucciones de una directora mientras se filmaba una escena. Cuando ella hablaba, el silencio de todos era sepulcral.
Miembros de la producción nos invitaron a pasar a un dark room, que es una pequeña carpa donde estaban 5 monitores para que cada uno pudiera ver lo que pasaba en la filmación. Este lugar está un tanto apartado para que estuviéramos cómodos. Lo genial es que vimos las mismas imágenes que la directora veía.
Al terminar la escena, la encargada de relaciones públicas me preguntó si quería acompañarla por un vaso de agua. Tenía muchas ganas de ir al baño, pero le dije que sí sólo para acercarme más al lugar de la filmación.

Mientras camino, veo a otros actores caracterizados como corredores (runners) en una mesa donde unos están en su computadora, otros viendo la filmación y el último en su celular jugando. ¡Malditas ganas de tomar una foto, pero es imposible! Desde luego nos pidieron no grabar ni tomar fotos, bajo ninguna circunstancia.
Regresamos al dark room y vimos cómo repiten la escena hasta cuatro veces con tres cámaras para ver todos los ángulos posibles. Son las 6:42 de la tarde.
Un set de filmación, de verdad, es un mundo completamente ajeno al de afuera. Y en una producción como esta, el nivel es tan alto, que sólo puedes concentrarte en una cosa. Esto lo digo porque un señor se acercó al periodista brasileño para preguntarle si todo estaba bien.
Él, naturalmente, estaba concentrado en las pantallas. Y simplemente le dijo que sí… hasta que volteó a ver nuevamente al hombre y reaccionó al darse cuenta que era Craig Mazin, el productor ejecutivo y cocreador de la serie de The Last of Us junto con Neil.

Craig Mazin: “Tengo muchas dudas, pero no sobre eso”
Craig se voltea con todos y nos dice que antes de comenzar la entrevista, quería saber si nos hacía falta algo. ¡Por supuesto que nos hace falta tomar fotos y tomar video! Me encantaría poder enseñarles lo que vi, pero espero cumplir el cometido con palabras.
Muy relajado, con una sonrisa, Craig nos dice que estamos listos para comenzar su entrevista. A la par, vemos que se ensaya otra escena donde también hay jaulas e infectados.
Con una voz, en verdad, muy amigable y cálida, al pasar las primeras preguntas nos dijo, “No hay muchas decisiones que tome que no me cuestione. Soy un preocupón, tengo ansiedad, tengo muchas dudas sobre mí mismo, pero no sobre eso”.

Y cómo no lo iba a estar. Cuando anunció a los actores de la primera temporada de The Last of Us, mucha gente reclamó en redes sociales que no se parecían a los personajes del videojuego. A mi parecer, acertaron con el casting principal de Pedro Pascal y Bella Ramsey. Pero el ranteo en redes siempre existe, y tras el estreno, todo mundo quedó bastante satisfecho. Estoy seguro.
“Tengo muchas dudas, me cuestiono a mí mismo todo el tiempo, pero no sobre eso, sobre el cast. Tengo que decir que estuvimos en lo correcto, sí, estuvimos en lo correcto. La forma en que escogimos al elenco fue muy difícil de hacer, de manera que tanto el público de los videojuegos como la gente que no conocía la historia, estuvieran de acuerdo”.

Porque, ¿cómo será complacer a todo el público para que estemos satisfechos con la decisión de los actores? Creo que yo también tendría ansiedad.
Al terminar de hablarnos de los retos de esta segunda temporada, de los más de 150 días que llevaban de filmación, de información que puede provocar spoilers, Craig agradeció la compañía de todos. Se levantó de su silla y se retiró con la misma sonrisa con la que llegó.

No podemos ni imaginar lo que veremos en la segunda temporada
Unos 14 minutos después, el equipo nos dijo que la producción hizo corte para comer y que dejaron el set listo para que pudiéramos ver de cerca lo que estaban filmando. ¡Todos nos levantamos de manera inmediata listos para seguir al staff!
Para este recorrido nos acompañó el continuista, esa persona responsable de que nada se mueva o se mueva todo, y que como su nombre lo dice, la filmación continúe y tenga coherencia y congruencia para que no “brinque” ninguna escena.
Nos tocó caminar entre una escenografía perfectamente cuidada y detallada, donde la dirección de arte destacaba. Nos sumergimos en un mundo que grita desesperación, soledad, ausencia; estaban los props decorando hasta el más mínimo detalle, donde resaltaba un cuerpo partido a la mitad.

Dos metros adelante, había una pierna derecha. También había cajas de todos los tamaños manchados con sangre derramada, una jaula oxidada llamaba mucho la atención entre la escenografía. El dramatismo de este pequeño recorrido era mayor, ya que sólo estaba la luz base del set, que es la que ilumina de manera muy tenue este pequeño pero aterrador mundo.
Éste fue un recorrido rápido de apenas tres minutos donde viví de cerca cómo sería un mundo de infectados por el cordyceps después de algunos años. Sin duda, lo que veremos en esta segunda temporada, nos dejará sin aliento… y eso es decir mucho pensando en lo que vimos en la primera entrega.

Me encontré a Bella Ramsey antes de irme…
Llegó el momento de irnos. Algunos fuimos al baño, otros se llevaron unos refrigerios para el camino de regreso, otros venían haciendo apuntes para contar sus historias.
Honestamente, yo estaba muy emocionado por lo que acababa de ver. Este sentimiento se me desborda por todo el cuerpo, tanto, que no escucho cuando, a 10 metros de subirme el camión, una persona me habla (como lo que le pasó a mi colega brasileño, pues).

Segundos después, reacciono, volteo y veo a Bella Ramsey caracterizada como Ellie: pelo recogido, playera gris, cargando su mochila y el icónico tatuaje en el brazo. Sonriendo, me repite lo que no escuché al inicio: “nice tattoo” mientras alzaba su brazo derecho, destacando este tatuaje que tapa la cicatriz del personaje.
Mi primera reacción fue de nervios. Admito que me atontó la emoción de hablar con “Ellie”, y sólo le pude contestar, “Same to you” mientras también alzaba mi brazo derecho. Bella sonríe, se voltea y continúa hablando con otra persona que está frente a ella. Nunca me había ido tan contento de un lugar.

Una temporada de sentimientos encontrados
Y así, poco antes de que dieran las 8 de la noche, terminó esta visita al set que, sin duda, me impresionó por la gran calidad que le imprimen hasta los mínimos detalles. El poder hablar con las dos mentes maestras de la nueva temporada que se estrenará en MAX el próximo 13 de abril.
El ver a actores en acción en una filmación de proporciones enormes en un parque de Vancouver. Todo esto nos hará emocionarnos y prender nuestros televisores o dispositivos, religiosamente, todos los domingos durante siete semanas.
Mientras pasa la adrenalina, me quedo pensando que esta temporada será de sentimientos encontrados. Y no quiero sonar “pretencioso”, pero los que jugaron la parte dos del videojuego, saben perfectamente a qué me refiero.

Es increíble visitar un set de filmación. Pero he de hacer esta segunda confesión. Lo malo de tener una experiencia así, es que son pocas las preguntas que obtienen respuestas.
¿Cómo será la narrativa, ¿qué adaptaciones tendrá la serie que el videojuego no tiene o viceversa, ¿qué emociones nos tienen preparados en cada uno de los próximos episodios?
No queda más que esperar. Y lo hago muy emocionado y con la certeza de que va a ser increíble. Lo que sí les recomiendo, es que le vayan dando otra vuelta a la primera temporada de The Last of Us para prepararse con la continuación de esta historia de amor paternal entre Joel y Ellie.