
La tranquilidad del partido de Escobar se vio interrumpida por un violento ataque armado en el arroyo Correntino, donde un tirador disparó contra varias embarcaciones que navegaban por la zona. El hecho dejó como saldo una mujer gravemente herida, identificada como Ana Marquis, quien fue trasladada de urgencia a un hospital y posteriormente operada. La Policía de la provincia de Buenos Aires mantiene un operativo para dar con el responsable, mientras crece la preocupación entre los vecinos por la falta de seguridad en la región.
Un ataque inesperado en plena navegación
Según los testigos, Marquis viajaba en una lancha junto a siete personas cuando recibió un disparo por la espalda. Su esposo, Martín, relató que “ella está viva de milagro, la bala calibre .22 le perforó un pulmón”. En medio del pánico, los acompañantes intentaron ayudarla mientras la embarcación regresaba a tierra firme. “Todo fue desesperación, locura, un viaje al infierno”, añadió el hombre, aún conmocionado por lo ocurrido.
Una de las amigas presentes contó que al principio creyeron que se trataba de una piedra o una rama. “Jamás se te cruza por la cabeza que te van a disparar cuando vas en una lancha”, expresó. La mujer fue estabilizada en un hospital local y luego trasladada a una clínica privada, donde su evolución es considerada favorable. Este hecho ha despertado un fuerte debate sobre la violencia armada en Buenos Aires y la vulnerabilidad de las zonas turísticas fluviales.
Un patrón de violencia que se repite
Tras el incidente, varios habitantes del área afirmaron haber recibido amenazas previas y denunciaron que ciertos individuos mostraban armas o lanzaban piedras a las embarcaciones. Una amiga de la víctima señaló que mientras periodistas cubrían la noticia, se escucharon nuevos disparos desde la orilla. “Por esa misma isla pasa una lancha colectiva con chicos que van a la escuela. Esto no puede volver a pasar”, reclamó.
Incluso, un periodista del canal C5N denunció haber sido atacado durante la cobertura. “Nos acaban de tirar. Escuchamos tres disparos que rebotaron sobre el agua”, relató en vivo, mientras mostraba los círculos provocados por las balas. El hecho dejó al descubierto la falta de control en la zona y la urgente necesidad de reforzar la presencia policial para proteger tanto a los residentes como a los visitantes.
Como valor agregado, expertos en seguridad consultados explican que esta clase de agresiones suelen relacionarse con conflictos por la ocupación de islas o disputas por actividades recreativas no reguladas. En muchos casos, vecinos armados buscan “defender” áreas privadas o restringidas, generando situaciones de riesgo extremo. Las autoridades instan a la población a denunciar cualquier comportamiento sospechoso y evitar navegar en zonas sin patrullaje constante.
El Ministerio de Seguridad de la provincia confirmó que se realizan allanamientos en tres viviendas señaladas por los testigos como posibles puntos desde donde se efectuaron los disparos. Hasta el momento, no se han hallado armas, pero continúa la búsqueda del agresor. La comunidad de Escobar exige respuestas concretas y mayor presencia del Estado para garantizar que hechos de violencia como este no vuelvan a ocurrir en los ríos y arroyos bonaerenses.





