
BUENOS AIRES (EFE).— Las fuerzas de seguridad cargaron ayer contra manifestantes al inicio de una marcha convocada en Buenos Aires por los jubilados, a la que se sumaron aficionados del fútbol, sindicatos y agrupaciones izquierdistas. El número de detenidos se elevó a 150 y el de heridos a 20, al menos uno de gravedad.
Fanaticadas de más de 40 clubes de fútbol y las centrales obreras más grandes de Argentina acompañaron a los jubilados en una movilización frente al Congreso para reclamar una actualización de las pensiones, la restitución de la cobertura de medicamentos y la continuidad de la moratoria previsional, que acaba este mes.
Los hinchas de fútbol justificaban su asistencia tras unos hechos ocurridos hace una semana, cuando un fanático jubilado del club Chacarita Juniors, de 75 años, fue rociado de gases y golpeado por la Policía, “hasta romperle la muñeca”.
Segúnel Ministerio de Seguridad, la policía local detuvo a 89 personas. Otras 14 fueron arrestadas por las distintas fuerzas federales.
De los 20 heridos, al menos 10 son policías en estado leve y el resto civiles, entre los que se encuentra un hombre con rotura de cráneo a causa del “impacto de una cápsula de gas lacrimógeno” en la plaza de la sede del Congreso de la nación, indica en un comunicado la autoridad local.
La protesta de ayer es la más violenta en Argentina desde que Javier Milei llegó a la Presidencia en diciembre de 2023.
El Ministerio de Seguridad de Buenos Aires informó en un comunicado que durante la tarde fueron vandalizados siete vehículos de este cuerpo, además de un patrullero y una moto incendiados.
EFE fue testigo de cómo cientos agentes pertrechados con material antidisturbios y motorizados tomaron las calles aledañas al Congreso y dispararon gases lacrimógenos y balas de goma desde el inicio de la protesta, cuando la gran mayoría de los asistentes eran jubilados, mujeres y personas de todas las edades.
El Ministerio de Seguridad Nacional había lanzado advertencias desde anteayer en el sentido que impediría a los manifestantes cortar las calles o protagonizar actos violentos.
“Están nuestras fuerzas desplegadas para hacer cumplir el protocolo: el tránsito no se corta y los barras bravas, sobre la vereda”, manifestó ayer por redes sociales la ministra de Seguridad, Nacional Patricia Bullrich.
La tensión política empezó desde temprano en el Congreso, por causas distintas, pero se desbordó también tras los incidentes en las calles.
Insultos en el Congreso argentino
Una sesión especial del pleno de la Cámara de Diputados terminó ayer en un escándalo, con insultos y forcejeos entre parlamentarios del oficialismo y la oposición. La sesión se inició al mediodía con fuerte clima de tensión política por el impulso de la oposición a una decena de proyectos de ley relativos al “criptofiasco” de $LIBRA, incluyendo uno para la creación de una comisión investigadora del rol de Milei en el fallido lanzamiento de la criptomoneda el 14 de febrero pasado.
La oposición no logró aprobar estas iniciativas pero sí que sean remitidas a diversas comisiones de la Cámara Baja para su tratamiento la semana próxima.