
La presidenta Claudia Sheinbaum expresó este viernes su respaldo a la decisión del Banco de México de reducir la tasa de interés, afirmando que esta medida “ayuda a la inversión”. Durante su conferencia matutina, destacó que una tasa más baja puede facilitar el acceso al crédito y, con ello, promover más inversión en el país.
El Banco de México bajó en junio la tasa interbancaria en medio punto porcentual por cuarta vez consecutiva. Sin embargo, esta política monetaria se enfrenta al debate interno entre los miembros de la Junta de Gobierno, pues no todos están convencidos de que la inflación haya cedido lo suficiente como para sostener más recortes sin riesgos para la economía.
Actualmente, la tasa de interés se ubica en 8 por ciento. Aunque algunos analistas celebran la medida, otros, como el subgobernador Jonathan Heath, advierten que asumir una baja en la inflación sin fundamentos sólidos o en un contexto de debilidad económica que aún no se materializa, podría ser un error de cálculo con consecuencias a mediano plazo.

Sheinbaum comentó que, en sus reuniones con miembros del Banxico, frecuentemente les pregunta cuándo reducirán las tasas. Esta insistencia deja ver su interés por alentar el flujo de capitales y el crédito a nivel nacional, especialmente en sectores que requieren financiamiento accesible para crecer y generar empleo.
El Banco de México se encuentra en una posición delicada: si bien la baja de tasas puede impulsar el consumo y la inversión, también corre el riesgo de avivar la inflación si no se hace con prudencia. Por eso, el recorte del ritmo en futuras decisiones parece probable, aunque dependerá de cómo evolucione el panorama económico en los próximos meses.
Especialistas del sector financiero señalan que una reducción sostenida en la tasa de interés puede ser una oportunidad histórica para impulsar el financiamiento de pequeños y medianos negocios (PyMEs), un sector que representa más del 70% del empleo en México pero que tradicionalmente enfrenta dificultades para acceder a créditos bancarios. La banca de desarrollo y la banca comercial podrían tener un rol clave para canalizar créditos accesibles, pero esto exige una regulación clara, supervisión estricta y transparencia para evitar un sobreendeudamiento que afecte a las familias y empresas más vulnerables.
