
31 DE OCTUBRE DEL 2025 – INTERNACIONAL. Cientos de manifestantes se enfrentaron a la policía en la capital comercial de Tanzania, Dar es Salaam, para exigir la detención de un anuncio de resultados electorales que la oposición considera fraudulentos. El país africano vive una escalada de protestas, el despliegue del ejército en las calles y un bloqueo en el acceso a internet. Naciones Unidas ha indicado que ha recibido reportes creíbles que confirman la muerte de diez personas en las protestas que se han extendido por varias ciudades. La tensión aumenta en el país, gobernado ininterrumpidamente por el partido CCM desde su independencia en 1961, que buscaba revalidar su control en las elecciones del pasado miércoles, marcadas por un estilo de gobierno cada vez más autoritario.
El caos estalló desde el miércoles por la tarde cuando jóvenes inconformes salieron a las calles para protestar por lo que consideran un acoso a los líderes de la oposición y por las limitadas opciones electorales reales. El malestar se intensificó debido a que los principales candidatos presidenciales de la oposición no pudieron postularse, dejando a la mandataria en funciones, Samia Suluhu Hassan, enfrentando a aspirantes de formaciones más pequeñas sin una campaña significativa. La oposición denunció un «fraude masivo» en los resultados, especialmente en el archipiélago semiautónomo de Zanzíbar, donde el partido gobernante, el CCM, retuvo la presidencia con una amplia mayoría.
Acusaciones de Autoritarismo y Fraude Masivo
Los críticos señalan que la maniobra política de las autoridades tanzanas no tiene precedentes, incluso en una nación acostumbrada al gobierno de partido único desde 1992. Si bien los mandatarios anteriores toleraban cierto nivel de oposición, se acusa a la actual administración de Samia Suluhu Hassan de ejercer un estilo autoritario que rechaza los llamados al cambio que se observan en otras partes de la región. El portavoz de la oficina de derechos humanos de la ONU, Seif Magango, confirmó los reportes de diez muertes en Dar es Salaam, Shinyanga y Morogoro, e hizo un llamado urgente a las fuerzas de seguridad en Tanzania para que «se abstengan de usar fuerza innecesaria o desproporcionada, incluidas armas letales».

El nivel de violencia en Tanzania ha sido severo, con manifestantes incendiando vehículos, una gasolinera y varias comisarías de policía. Además, el gobierno demoró la reapertura de colegios y universidades, prevista para el lunes, como medida para contener el descontento que se ha propagado por todo el país. La ONU también ha exigido la reinstauración del servicio de internet, pues la restricción de la comunicación «sólo socavará aún más la confianza pública en el proceso electoral». Por su parte, el jefe del ejército, general Jacob John Mkunda, condenó la violencia y aseguró que colaborarán con otras agencias de seguridad para controlar la situación, elevando el riesgo de una escalada militar.
La Diáspora y el Bloqueo Digital
La situación en Tanzania ha trascendido las fronteras, movilizando a los tanzanos en la diáspora. Estos han estado organizando conversaciones en vivo en la plataforma X (anteriormente conocida como Twitter) mediante la función X Spaces, para analizar el curso de las protestas y coordinar formas de apoyo financiero a los manifestantes y a los líderes opositores. La conectividad digital, a pesar del bloqueo, se ha convertido en una herramienta crucial para la resistencia y la visibilización internacional del conflicto. Tanzania se enfrenta así a una crisis institucional y de derechos humanos que resalta la fragilidad de sus estructuras democráticas y la determinación de la población por un cambio real en el sistema político.
 
			 
			









