
De acuerdo con estadísticas recientes de la Secretaría de Salud federal, Tamaulipas ocupa actualmente el tercer o cuarto lugar a nivel nacional en cuanto a muertes derivadas de altas temperaturas, dependiendo del corte de datos y el periodo analizado.
Evolución 2023–2024
- 2023: En Tamaulipas se registraron 32 muertes debido a calor extremo: 31 por golpe de calor y 1 por deshidratación, ubicándose en el 4.º lugar nacional, detrás de Sonora (117), Nuevo León (102) y Baja California (54).
- 2024: Hasta mediados de julio, se notificaron 21 defunciones en Tamaulipas: 20 por golpe de calor y 1 por deshidratación. En ese momento, el estado estaba en el top 4 nacional, junto a Veracruz (65), Baja California y Oaxaca (24 cada uno), con Tamaulipas en cuarto con 21 muertes.
Este descenso en defunciones entre 2023 y 2024 contrasta con un aumento del número de casos atendidos: de enero a julio de 2024, se atendieron 3 170 pacientes a nivel nacional, incluidos 2 031 con golpe de calor y 1 085 por deshidratación.
Junio de 2025: Investigando muertes sospechosas
- En junio de 2025, 12 muertes en Tamaulipas fueron clasificadas como sospechosas y están siendo investigadas para determinar si el golpe de calor fue la causa principal o un factor agravante. Las víctimas fueron principalmente personas adultas mayores en municipios como Tampico, Ciudad Victoria y El Mante, en condiciones de alta humedad y temperaturas extremas.
Mayo de 2025: Primeros casos confirmados
- A mediados de mayo, se confirmaron dos muertes por golpe de calor en Tamaulipas —una de las ocho reportadas hasta ese momento. Las víctimas tenían enfermedades preexistentes que el calor agravó, con temperaturas que alcanzaron más de 45 °C en algunas zonas.
Impacto acumulado
- Aunque el año 2025 ha registrado menos defunciones oficiales hasta ahora, un análisis de la última década revela que Tamaulipas ocupa el 4.º lugar nacional en promedio de incidentes de salud relacionados con el calor (golpes de calor, deshidratación, insolación), con un promedio de 233 casos por temporada, solo superado por Sonora, Baja California y Nuevo León.
Causas y factores de riesgo
- Olas de calor intensas y persistentes, reforzadas por el cambio climático: la temperatura global sigue batiendo récords, con probabilidad de que 2024 haya sido uno de los cinco años más cálidos en la historia.
- Altas concentraciones de humedad, que elevan la sensación térmica y dificultan la disipación de calor corporal.
- Población vulnerable: adultos mayores y personas con enfermedades crónicas (diabetes, hipertensión) son significativamente afectados. El calor agrava estas condiciones, desencadenando insuficiencia orgánica o deshidratación severa.
Medidas y recomendaciones de salud
Las autoridades han establecido una serie de recomendaciones para prevenir afectaciones graves por calor:
- Evitar exposición solar directa entre las 11:00 y las 17:00 h, especialmente en días con sensación térmica superior a 45 °C.
- Mantener una adecuada hidratación: beber agua frecuentemente y consumir bebidas con electrolitos, evitando bebidas azucaradas o energéticas idóneas; especialmente en adultos mayores.
- Uso de ropa ligera y fresca, además de buscar sombra o utilizar refugios climatizados cuando sea posible.
- Ajustes en horarios de trabajo y actividades al aire libre, para evitar esfuerzos en las horas más calientes; en el ámbito escolar, se contemplan clases virtuales si la temperatura lo exige.
- Campañas multimedia informativas: difusión a través de espectaculares, medios digitales e impresos, explicando síntomas de golpe de calor y primeros auxilios básicos.
El estado de Tamaulipas atraviesa una fase crítica en salud pública derivada de las altas temperaturas y la humedad tropical, factores reforzados por el cambio climático. La combinación de vulnerabilidad demográfica, incremento de olas de calor y deficiencias en la infraestructura de protección, propicia un escenario de riesgo para miles de personas.
Para enfrentar este reto, resulta crucial mantener un enfoque de prevención activa, que incluya vigilancia epidemiológica, comunicación efectiva, y la adaptación de prácticas cotidianas. La diferencia entre la vida y la muerte puede depender de medidas tan simples como beber suficiente agua, evitar el sol directo y reconocer los primeros signos de alerta.