
La arqueóloga dominicana Kathleen Martínez se ha convertido en una figura central en el mundo de la egiptología, al estar a punto de resolver uno de los mayores enigmas de la antigüedad: la ubicación final de la tumba de la mítica reina Cleopatra. Martínez, con una determinación que ha captado la atención global, está a la cabeza de un proyecto de excavación que podría reescribir la historia.
Martínez basa su hipótesis en una profunda investigación y estudio de los textos históricos, que la ha llevado a concentrar sus esfuerzos en el antiguo templo de Taposiris Magna. Este sitio arqueológico, ubicado a unos 45 kilómetros al oeste de la ciudad de Alejandría, es el lugar que ella considera más probable para el descanso eterno de la última faraona de Egipto. Su convicción ha sido la fuerza motriz detrás de años de trabajo y perseverancia.
El Enfoque Innovador de la Arqueóloga Dominicana


La teoría de Kathleen Martínez se distingue de las búsquedas tradicionales, que históricamente se han centrado en la zona de Alejandría. Martínez cree que Cleopatra y su amante, Marco Antonio, fueron enterrados juntos en un lugar sagrado y majestuoso, cumpliendo con la tradición de las parejas reales. Es por esta razón que el templo de Taposiris Magna, dedicado al dios Osiris y la diosa Isis (con la que Cleopatra se identificaba), se convirtió en su principal objetivo de estudio.
Su dedicación rindió frutos notables: tras presentar su convincente teoría y un plan de trabajo detallado a las autoridades egipcias, Martínez obtuvo una licencia clave para comenzar las excavaciones. Inicialmente se le concedió un permiso de apenas dos meses para explorar el área, una ventana de tiempo muy ajustada pero suficiente para poner a prueba su hipótesis que busca desvelar un secreto de más de 2.000 años.
La búsqueda de Cleopatra no es una tarea menor. La historia relata que, tras su derrota y la de Marco Antonio, sus cuerpos fueron sepultados de forma conjunta, pero la ubicación exacta se perdió con el tiempo. De tener éxito, el hallazgo de la tumba de la reina egipcia no solo sería un triunfo personal para la arqueóloga dominicana, sino uno de los descubrimientos más importantes de la historia moderna.