Miles de personas, en su mayoría jóvenes, se sumaron a la marcha del Orgullo LGBT en Tuxtla Gutiérrez, el “Mampride 2023”, para pedir que se aprueben las leyes pendientes para este colectivo en el estado de Chiapas.
Diversos grupos y colectivos se dieron cita en el Jardín Mactumactzá, al poniente de la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, donde llevaron a cabo un foro cultural e informativo, participando diversas dependencias gubernamentales.
Para luego realizar una marcha colorida con carros alegóricos, sombrillas, banderas arcoíris y pancartas en las cuales se leía “El amor es demasiado grande para estar en un closet (armario)”, “Soy la mamá que ya sabe” o “Derechos iguales para Chiapas”, entre muchos otros.
Los participantes en medio del camino frente al Parque Bicentenario desplegaron una bandera monumental de alrededor de 30 metros de largo, para finalizar en el Parque Central con un mitin.
José Elías Esponda, coordinador de la Red por la Inclusión de la Diversidad Sexual en Chiapas, dijo a EFE que “han pasado 15 años de lucha y aunque hay avances aún falta por legislar”.
Nosotros buscamos visibilizarnos hoy, porque necesitamos que nuestros legisladores hagan reformas para acceder a la libre determinación de la identidad de género y que se prohíban las terapias de conversión en Chiapas”, agregó.
Abundó que aún está pendiente el tema laboral, pues es importante que se deje de estigmatizar por la apariencia a las personas, sino que deben ser evaluados por sus capacidades.
Entre los participantes estuvo Yaminalan, trabajadora del sector salud, quien cuenta a EFE su proceso: “lo más difícil fue que en su momento mis jefes querían que yo renunciara a mi trabajo, que renunciara a trabajar, que yo era una vergüenza para el sector salud”.
“Me encerraron en servicios que no tenía contacto con pacientes, me tocaban la cara para que no fuera maquillado, me obligaban a traer pelo corto, fue discriminación tras discriminación”, dijo.
El desarrollo de la marcha fue en total calma y culminó en un mitin frente a palacio municipal de Tuxtla Gutiérrez, donde reiteraron el llamado a los diputados para legislar en favor de la comunidad.
México es el segundo país con más crímenes de odio de Latinoamérica, pese a los avances legales que reconocen el matrimonio igualitario, la identidad de género y criminalizan la discriminación.
Las minorías sexuales padecieron 305 hechos violentos motivados por el odio de 2019 a 2022, incluyendo asesinatos, desapariciones, atentados a la vida y suicidios, según el Observatorio Nacional de Crímenes de Odio contra Personas LGBTI+ en México.
Tan solo en 2022, el Observatorio documentó 22 desapariciones y 62 casos de asesinatos, atentados, y suicidios, con la mayoría de las víctimas como personas de entre 25 y 29 años, mujeres trans y hombres homosexuales.
Con información de EFE