
El Gobierno de Suecia ha propuesto formalmente a Jesper Brodin, el director saliente del gigante minorista IKEA, como su candidato para ocupar el cargo de Alto Comisionado de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR). La candidatura, anunciada por el Gobierno de derecha sueco, busca inyectar una «nueva forma de liderazgo» a la organización humanitaria, argumentando que los desafíos del futuro requieren una integración de la experiencia empresarial con el desarrollo tradicional.
Esta inusual nominación se basa en la convicción de que los esfuerzos humanitarios futuros, que gestionan un número de Refugiados que casi se ha duplicado en la última década, necesitan una perspectiva fresca y eficiente. El ministro sueco de Cooperación Internacional, Benjamin Dousa, declaró que el sistema de la ONU se vería beneficiado por una persona con experiencia en el mundo de los negocios. Brodin, reconocido por sus más de 30 años en IKEA, aportaría la capacidad de «manejar los hilos y proporcionar operaciones eficientes» en un contexto de crisis de financiación.
La Experiencia del Mundo Corporativo al Servicio de los Refugiados

Jesper Brodin es un líder «globalmente reconocido y respetado» que ha dedicado los últimos ocho años a ser el consejero delegado y presidente de Ingka Group, la compañía que administra la mayor parte de las franquicias de IKEA. Suecia destaca su experiencia en «liderazgo basado en valores y transición estratégica», elementos que consideran cruciales para el ACNUR, que actualmente atraviesa una grave crisis financiera. Su experiencia en la gestión de una de las principales organizaciones privadas del mundo, con más de 170.000 empleados, se ve como una ventaja innegable.
La propuesta sueca resalta que Brodin ya ha colaborado estrechamente con el ACNUR en el pasado. Específicamente, ha trabajado en la implementación de programas de empleo para Refugiados en Europa y ha impulsado operaciones humanitarias, incluyendo aquellas destinadas a Refugiados en Ucrania. Este historial de colaboración demuestra un conocimiento previo de los desafíos de la agencia y la viabilidad de la colaboración entre el sector empresarial y las iniciativas de Refugiados a gran escala.
Un Nuevo Modelo de Financiación para el ACNUR
El actual Alto Comisionado, Filippo Grandi, dejará su cargo a finales de año, dejando una agencia obligada a recortar una cuarta parte de su plantilla (cerca de 5.000 puestos) debido a la caída drástica en la financiación humanitaria. La propuesta de Suecia para que Brodin, con su experiencia en el mundo empresarial, tome el timón, busca justamente «liberar nuevas formas de financiación». El objetivo es inyectar una «nueva forma de pensar» para que el ACNUR pueda diversificar sus fuentes de ingresos y asegurar un impacto real y sostenible para las comunidades de Refugiados.
Suecia, un país con una larga y fuerte relación con el ACNUR y que fue el principal donante de apoyo básico el año pasado, tiene un «gran interés» en que la agencia sea dirigida por alguien capaz de defender su rol fundamental y de crear una colaboración fundamental entre la cooperación al desarrollo y el mundo de los negocios. Este modelo de liderazgo empresarial y humanitario es lo que el Gobierno sueco considera la clave para gestionar la complejidad y la escala de la crisis global de Refugiados.