
Starbucks se enfrenta a una importante sacudida con el anuncio de un plan de reestructuración de 1.000 millones de dólares, que incluye el cierre de decenas de sus cafeterías en la ciudad de Nueva York. El CEO, Brian Niccol, reveló que la decisión se tomó tras una exhaustiva revisión de las ventas lentas que la compañía ha experimentado en los últimos años. Esta reestructuración no solo afectará a los clientes neoyorquinos, sino que también implicará el despido de 900 empleados en América del Norte, lo que representa una disminución de casi el 1% en el total de ubicaciones de Starbucks en la región.
El objetivo de estos cierres, según Niccol, es eliminar aquellas ubicaciones donde la compañía ya no puede garantizar la experiencia física que los clientes esperan o donde simplemente no se vislumbra un camino hacia el desempeño financiero deseado. A pesar de reconocer un «buen progreso» en otros aspectos, el CEO enfatizó que aún queda mucho trabajo por hacer para construir un Starbucks «mejor, más fuerte y más resistente». Este movimiento estratégico busca consolidar las operaciones de la cadena y enfocarse en las tiendas más rentables.
En la ciudad de Nueva York, los cierres serán especialmente notables en Manhattan, afectando esquinas que tradicionalmente tienen un alto tráfico de personas. Entre las zonas afectadas se encuentran la calle 34, University Place y la avenida Columbus. El recorte también se extiende a Brooklyn, donde varias tiendas en áreas como Atlantic Avenue y Hoyt Street dejarán de operar. Incluso Queens, en vecindarios como Astoria y Long Island City, verá desaparecer algunas de sus cafeterías de Starbucks. La reestructuración, por lo tanto, redefinirá el mapa de la omnipresente cadena de café en la Gran Manzana.
El Impacto Local de la Reestructuración Global ☕

El anuncio ha generado sorpresa por el impacto concentrado en áreas metropolitanas clave. Aunque la reestructuración solo representa una pequeña reducción porcentual a nivel norteamericano, el cierre de docenas de tiendas en una única ciudad como Nueva York es significativo. El CEO dejó claro que la prioridad es la rentabilidad y la calidad de la experiencia en tienda, sugiriendo que las ubicaciones cerradas no cumplían con uno o ambos criterios. Esta decisión refleja un cambio en la estrategia de expansión de Starbucks, que podría estar buscando concentrar sus recursos en formatos más eficientes, como las tiendas drive-thru o las dedicadas a pedidos móviles, en lugar de mantener locales tradicionales de alto costo en zonas caras.
La reducción de casi 900 puestos de trabajo en América del Norte es una de las consecuencias más duras de este plan de reestructuración. Si bien Niccol no especificó cuántos de esos despidos corresponden directamente a los cierres en Nueva York, es evidente que el personal de esas docenas de cafeterías quedará directamente afectado. La compañía tendrá que gestionar las implicaciones laborales y de moral mientras intenta asegurar a sus inversores que este recorte es un paso necesario para garantizar la salud financiera a largo plazo de la marca.