La conmoción que causó la inesperada muerte de SOPHIE en 2021 cimbró al mundo musical, ya que SOPHIE fue una de las fuerzas creativas más importantes del hyperpop, con un acto visionario y una producción asombrosa. Pero ese no fue el final de su discografía. Hoy tenemos el trabajo que culmina su trabajo musical con un disco homónimo que será la última entrega de SOPHIE.
El esperado álbum póstumo de SOPHIE ha llegado, y es un torbellino de emociones. Es como si la artista nos hubiera dejado un último regalo, una cápsula del tiempo llena de su inconfundible sonido y su espíritu innovador, en un proyecto que terminó su propia familia.
Las colaboraciones son brutales: Nina Kraviz, Kim Petras, BC Kingdom, LIZ, BIG SISTER, y demás, le dan su lugar a SOPHIE, en una reunión de despedida. La producción está a cargo de SOPHIE y Benny Long.
La música de SOPHIE sigue luciendo en producción e incomodando lo convencional
Un disco casi conceptual, con la mirada fija en el infinito
Desde el primer track, SOPHIE te sumerge en un mundo sonoro único, donde la electrónica experimental se fusiona con melodías pop pegadizas. “The Full Horror” es una introducción etérea que recuerda el infinito abismo que parece la muerte. Este proyecto es un viaje intenso, con momentos de euforia bailable y otros de introspección conmovedora.
La producción es impecable, cada sonido está pulido al detalle, y las atmósferas creadas por sintetizadores son envolventes y profundas. El legado que deja SOPHIE asegura una última mirada al mundo introspectivo pero a la vez, como lo hace con sus visuales, que apela a lo eterno.
Su hermano declaró al New York Times que prácticamente todas las capas de las canciones ya estaban ahí previo a su muerte, por lo que tenemos evidencia de que lo que estamos escuchando efectivamente viene de la mente creativa de la activista por los derechos de las personas trans y queer.
El legado de SOPHIE al hyperpop y la electronica, con una producción de locura
Es inevitable sentir una punzada de tristeza al escuchar este álbum, sabiendo que no habrá más música nueva de SOPHIE, y es indeleble la marca que dejó la manera de su deceso. Es algo agridulce, porque también hay una sensación de gratitud por haber podido disfrutar de su talento y su visión artística, y contar con más de una hora de su visión musical.
Este álbum es un testimonio de su genialidad y una prueba de que su música seguirá inspirando a generaciones de artistas y fans. SOPHIE se ha ido, pero su legado sonoro vivirá para siempre.
El hyperpop luce en sintetizadores bien trabajados y gruesos en rolas como “Do You Wanna Be Alive?”, un título complicado en el contexto, y “Always and Forever”. Los leads de sintes brillan, y destaca que quizás este sea el trabajo de SOPHIE más apegado hacia la electrónica y el minimal house.
Quizás de lo que padece el material es de las partes etéreas elongadas que parecen no tener un final, y esto parece dejar algunos track como interludios, y quedas a la espera de que algo más llegue, con la intensidad propia de SOPHIE. Esto pasa en “Intro”, “The Dome’s Protection” y “One More Time”, en las que esperábamos un cambio imponente que simplemente no llega.
Si eres fan de la electrónica experimental, el pop de vanguardia y el hyperpop, este álbum es imprescindible, y más cuándo resulta una obra comenzada por SOPHIE y terminada por amigos y familia, un trabajo que nos viene temporalmente como un mensaje póstumo que toca fibras sensibles.
El último trabajo de SOPHIE está disponible en versiones físicas que están disponibles por acá.
