Un soldado que murió en la explosión de una camioneta Cybertruck de Tesla en el Hotel Internacional Trump de Las Vegas dejó una nota en la que señaló que se trataba de una acción que pretendía servir como una “llamada de atención” para los males que aquejan al país, dijeron ayer unos investigadores.
Matthew Livelsberger, un boina verde de 37 años de edad oriundo de Colorado Springs, Colorado, aparentemente no guardaba ningún rencor hacia el presidente electo Donald Trump, informaron los agentes del Departamento de Policía del condado de Clark.
Livelsberger escribió en la nota que necesitaba “limpiar mi mente” de las vidas perdidas de personas que conocía y “la carga de las vidas que tomé”.
“Aunque este incidente es más público y más sensacional de lo habitual, parece ser finalmente un trágico caso de suicidio que involucra a un veterano de combate altamente condecorado que batallaba con un trastorno por estrés postraumático y otros problemas”, explicó el agente especial a cargo del FBI, Spencer Evans, en una conferencia de prensa.
La explosión causó heridas leves a siete personas, pero prácticamente ningún daño al hotel.
“Esto no fue un ataque terrorista, fue una llamada de atención. Los estadounidenses sólo prestan atención a los espectáculos y a la violencia. Qué mejor manera de transmitir mi punto que un ardid con fuegos artificiales y explosivos”, escribió Livelsberger en la carta encontrada, quienes sólo publicaron extractos de ella.
Los investigadores han identificado al conductor del Tesla —quien quedó irreconocible a causa de las quemaduras que sufrió— mientras la oficina del médico forense del condado de Clark dijo que su muerte fue un suicidio causado por la herida de bala.
Funcionarios del Pentágono han rechazado decir si Livelsberger había sufrido problemas de salud mental, pero señalaron que han entregado su historial médico a la policía.
Los nuevos detalles surgieron mientras los investigadores buscaban determinar el motivo de Livelsberger, incluido si buscaba hacer una declaración política con el Tesla y el hotel que lleva el nombre del polémico presidente electo.
Ni Trump ni Musk estaban en Las Vegas el miércoles temprano, el día de la explosión. Ambos habían asistido a la fiesta de Nochevieja de Trump en su residencia del sur de Florida.
Musk gastó 250 millones de dólares durante la campaña de Trump, quien ha nombrado al empresario para codirigir un nuevo esfuerzo para encontrar formas de reducir el gasto del gobierno.