El nombre de la avenida Barranca del Muerto y su estación en el Metro CDMX está en el ojo de todos los capitalinos, aunque no todos conocen su historia y por qué se le dio ese nombre tan curioso que hasta puede dar miedo. ¿Es el lecho de muerte de algún personaje importante? ¿Alguien murió en Barranca del Muerto?
Así pasamos por este lugar o por su estación y podemos permanecer intrigados sobre la historia de esa barranca que hoy es avenida. Muchas calles tienen nombres curiosos de los que ignoramos su origen hasta que leemos algo en alguna parte, nos enteramos en un programa de televisión o de radio, en alguna película o investigamos en Internet.
Y Barranca del Muerto en la CDMX, es un lugar que, como bien podemos suponer, no está exento de historias y leyendas macabras. La ciudad ha cambiado mucho con el tiempo hasta llegar a nuestros días. Y como también lo sospechamos, Barranca del Muerto originalmente era una barranca.
El origen de la barranca
Hoy la avenida que lleva este nombre misterioso divide las alcaldías Benito Juárez y Álvaro Obregón y podemos llegar a rastrear sus orígenes geológicos. Casi todos hemos oído del volcán Xitle, que se encuentra en las faldas del Ajusco en la alcaldía Tlalpan, al sur de la ciudad.
Este volcán tuvo múltiples erupciones de gran magnitud hace unos 1600 años, lo que cambió el paisaje de manera radical en un radio de varios kilómetros a su alrededor. De hecho, dio origen a las zonas del Pedregal de San Ángel y de Ciudad Universitaria. Además, generó varias fallas geológicas y una de ellas fue la barranca que conocemos como “Del Muerto”.
¿Quién murió en la Barranca del Muerto?
El caso es que no fue sólo un muerto. La Barranca del Muerto originalmente tenía 15 metros de profundidad y el ancho de lo que hoy es su avenida. Es probable que se le bautizara así desde tiempos coloniales por que llegó a ser utilizada como fosa común y por el peligro que representaba cruzarla sin pasar por alguno de los puentes que la atravesaban.
Desde entonces circularon las leyendas de aparecidos y fantasmas que se lamentaban por haber muerto en el lugar o porque sus cuerpos fueron abandonados en el fondo del abismo, cuya profundidad podía ser relacionada con el inframundo o hasta el mismo infierno.
Lo que sí se puede decir, es que de día era un lugar hermoso, tanto, que el pintor José María Velasco llegó a retratarla en sus cuadros. El paisaje de la ciudad era otro, completamente distinto al actual.
La Barranca del Muerto se hace popular en la Revolución Mexicana
Y llegaron los tiempos de la Revolución Mexicana. El conflicto se instaló en la Ciudad de México con la lucha entre los ejércitos zapatistas y los de Venustiano Carranza al disputarse el dominio de la zona de Mixcoac. Ahí sí hubo muertos en grandes cantidades, desde caídos en combate hasta fusilados y ejecutados. La barranca servía como trinchera y como panteón improvisado para las víctimas de la contienda.
Con esto, las leyendas de almas en pena que asustaban a los vecinos se multiplicaron y según dicen, llegan hasta la actualidad. Seguramente las enfermedades se propagaban entre la gente que pasaba por ahí.
La barranca se hizo famosa con tal cantidad de muertos, tanto que hoy en día el ícono que representa a la estación del Metro Barranca del Muerto lleva dos aves de rapiña.
Llegó la urbanización a la CDMX
A la barranca también le llegó su momento. Con el crecimiento de la ciudad y la urbanización se rellenó con concreto para que quedara al nivel del terreno y hoy es una de las avenidas más emblemáticas de la alcaldía Álvaro Obregón. Atraviesa Insurgentes, Mixcoac y Periférico.
Tiene su estación de Metro y su historia y sus leyendas quedan para la posteridad, así como su nombre inquietante.
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