
El rey Abdalá II de Jordania ha emitido una severa advertencia a la comunidad internacional, enfatizando que la región de Oriente Medio se encuentra en una situación crítica, una que solo puede resolverse mediante el inicio de un proceso de paz que culmine con un Estado Palestino. El monarca hizo estas declaraciones en medio de una cumbre en Egipto sobre el plan de paz de 20 puntos del presidente Donald Trump para la región. Para el rey, la implementación de la solución de dos estados —creando un Estado Palestino independiente junto a Israel en Cisjordania y Gaza— no es solo la mejor respuesta, sino la única. Si no se resuelve el conflicto, la región está «condenada» a la inestabilidad y a un ciclo interminable de violencia.
La Solución de Dos Estados: El Horizonte Ineludible
La posición de Jordania choca frontalmente con la del actual gobierno israelí. El primer ministro Benjamín Netanyahu ha rechazado rotundamente la solución de dos estados, argumentando que la experiencia de Gaza demuestra que el territorio solo se convertiría en una base terrorista. Sin embargo, el rey Abdalá insiste en que, a pesar de los numerosos intentos fallidos de paz en el pasado, la solución de dos estados es esencial para cualquier futuro de coexistencia. El mensaje del monarca a los líderes es claro: si no se establece un horizonte político que brinde esperanza a palestinos e israelíes, el conflicto escalará y «volveremos a las andadas».
El líder jordano relató que, en sus conversaciones con el presidente Trump, el mensaje del estadounidense fue: «Esto tiene que parar. Tiene que parar ya». El rey Abdalá le respondió a Trump que «si alguien puede hacerlo, es usted», pero advirtió que la paz regional que busca el presidente «no sucederá a menos que los palestinos tengan un futuro». Para el rey, el compromiso de Trump es vital, especialmente tras el reciente alto el fuego y el canje de prisioneros entre Hamás e Israel. Sin un horizonte político claro que dé esperanza, la paz se disolverá.

La Amenaza del Conflicto Regional y la Necesidad de Paz
El rey Abdalá II subrayó la gravedad de la situación, aludiendo a los recientes incidentes violentos, como la guerra de Israel con Irán y el ataque israelí a líderes de Hamás en Qatar. Preguntó retóricamente: «¿Qué tan cerca hemos estado de un conflicto regional, o acaso de un conflicto sur-norte que habría abarcado al mundo entero?». Su advertencia se centra en que la inestabilidad de Gaza y Cisjordania es un polvorín que arrastra a toda la región y potencialmente al mundo. El monarca, cuyo país mantiene un tratado de paz con Israel desde 1994 a pesar de la fuerte oposición interna, considera que la paz es la única opción que tienen.
Jordania tiene un interés vital en la estabilidad, dado que más del 50% de su población es de ascendencia palestina, y ambos países cooperan en asuntos de seguridad. Para el rey Abdalá, la esperanza de una solución es personal y urgente, pues no quiere que sus nietos se vean obligados a repetir las palabras de su padre, el difunto rey Hussein, quien anhelaba la paz para sus descendientes. La paz definitiva y un Estado Palestino son vistos como un «basta» a 80 años de conflicto, una necesidad para que Occidente y, en particular, Estados Unidos, no se vean arrastrados constantemente a la crisis.
