
17 DE JULIO-Durante la mañanera de este jueves, la presidenta Claudia Sheinbaum reaccionó entre risas a las acusaciones del panista Jorge Romero Herrera, quien aseguró que fue víctima de espionaje junto con otros miembros de su partido. Sheinbaum no solo negó categóricamente los señalamientos, sino que también ironizó el hecho de que Romero no haya cumplido su promesa de renunciar, sugiriendo que ahora quiere desviar la atención inventando una supuesta persecución política.
La mandataria fue clara: “Ni yo ni nadie en mi gobierno espía a nadie”, dijo. Explicó que en su administración existe un compromiso total con el respeto a los derechos y que no se repiten las viejas prácticas de gobiernos anteriores. Señaló que si alguien quiere confrontar ideas, ahí está la mañanera, no hay necesidad de andar vigilando a nadie a escondidas. La crítica fue directa y sin rodeos.

Sheinbaum recuerda que la 4T sí fue espiada en el pasado
Sheinbaum también aprovechó para recordar que en otros tiempos el espionaje sí era común, y que integrantes del actual gobierno, cuando eran oposición, vivieron esa realidad. De hecho, compartió que existe un expediente con su nombre derivado del espionaje a su madre, quien participó en el movimiento estudiantil de 1968. “Espiaban hasta a los niños, imagínense”, comentó.
La presidenta lanzó el mensaje con fuerza: “No somos iguales”. Con esta frase marcó una línea clara entre lo que, según ella, hacía la oposición cuando gobernaba, y lo que su administración está haciendo hoy. Así, reafirmó que la estrategia de su gobierno no incluye perseguir ni vigilar a los adversarios políticos.
El señalamiento también fue un llamado indirecto a la oposición a actuar con responsabilidad. Sheinbaum dio a entender que estas acusaciones buscan generar escándalo y ganar atención mediática, más que resolver un tema real. Dijo que su administración está enfocada en los temas que realmente importan al país, no en espionajes de ficción.
Este intercambio se da en un contexto donde la figura de Romero Herrera ha sido señalada por el llamado Cártel Inmobiliario de la Ciudad de México. La presidenta no mencionó ese tema directamente, pero el tono de sus declaraciones dejó claro que no ve con seriedad las acusaciones del panista. Para Sheinbaum, la prioridad es gobernar con transparencia, y no caer en provocaciones políticas.
