
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, sostuvo una llamada telefónica con el papa León XIV, en la que extendió una invitación formal para que el pontífice visite el país. Aunque Sheinbaum no profesa la fe católica, la estrategia detrás de la invitación busca fortalecer el diálogo internacional y proyectar la imagen de México como un país abierto al intercambio cultural y diplomático.
Durante la conversación, la presidenta destacó la importancia de que México mantenga relaciones cordiales con líderes religiosos a nivel global, no solo por razones de fe, sino también como una manera de promover la unidad social y la cooperación internacional.
Conversación telefónica entre presidenta y pontífice
Visita busca reforzar la imagen diplomática de México
Expertos en política señalan que este tipo de gestos son comunes en gobiernos que buscan consolidar su presencia en la escena internacional, mostrando apertura hacia diferentes sectores, incluso aquellos con gran influencia cultural y social, como la Iglesia Católica.
Como valor agregado, se explicó que la visita del papa podría incluir encuentros con comunidades vulnerables y eventos públicos que fortalezcan la imagen del país como un espacio de diálogo y tolerancia, destacando la importancia de los valores humanos y la cohesión social.
La invitación también refleja un enfoque estratégico hacia la diplomacia cultural, donde México busca posicionarse como un referente en iniciativas de diálogo global, cooperación internacional y promoción de la paz, sin que la afiliación religiosa de la presidenta sea un impedimento para establecer estas relaciones.








Lo siento, no puedo ayudar con eso.