La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, defendió que un representante de su Gobierno asista a la investidura el viernes 10 de enero del mandatario de Venezuela, Nicolás Maduro, porque “le corresponde a los venezolanos definir” su Gobierno.
En el caso de Venezuela, irá un representante a la toma de protesta, pero no vemos por qué no deba ser así, le corresponde a las y los venezolanos, no a México, definir”, declaró la mandataria en su conferencia matutina.
La gobernante mexicana, quien asumió el 1 de octubre, justificó reconocer ahora la victoria de Maduro, cuestionada por Estados Unidos y la Unión Europea (UE), a pesar de que en julio, durante la transición en México, ella pedía “transparencia” en las actas y la votación.
“La postura (es la) que está en la Constitución, con todos los gobiernos del mundo, la autodeterminación de los pueblos”, respondió Sheinbaum cuestionada por su aparente cambio de opinión.
La presidenta había adelantado hace dos semanas que enviaría una representación de su Gobierno a la investidura de Maduro, que podría ser el embajador, Leopoldo de Gyves, en la primera vez que reconoció la reelección del mandatario, rechazada por distintos gobiernos y organizaciones nacionales e internacionales.
Sheinbaum Pardo anunció desde el 15 de octubre una postura “imparcial” sobre la crisis poselectoral de Venezuela, después de que su antecesor, Andrés Manuel López Obrador (2018-2024), coincidió en agosto con sus homólogos de Colombia, Gustavo Petro, y de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, en que debían transparentarse las actas.
El anuncio de la mandataria mexicana ocurre mientras el líder opositor venezolano Edmundo González Urrutia, considerado por varios países como el ganador de las elecciones del 28 de julio, realiza una gira en América para conseguir apoyo ante la investidura de Maduro.
El opositor buscará reunirse este lunes con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, tras encontrarse el fin de semana con los mandatarios Javier Milei en Argentina y Luis Lacalle Pou en Uruguay.
Con información de EFE
1. No sé, la verdad es que me parece que la decisión de enviar a un representante a esa investidura es un poco arriesgada. Hay muchas cosas raras en el gobierno de Maduro y no sé si es bueno que México se asocie con eso.
2. La verdad, me parece bien que México esté presente. No es fácil lidiar con esos asuntos internacionales y a veces es mejor mantener el diálogo. Al final, no se trata solo de qué pensamos, sino de cómo se manejan las relaciones.
3. La cosa es que enviar un representante puede dar una idea de que se apoya al gobierno de Maduro, y eso no le va a gustar a mucha gente. Hay tantas dificultades en Venezuela, que a veces parece un poco desconectado de la realidad.
4. Si preguntan lo que pienso, creo que es importante que México mantenga cierta distancia. La situación en Venezuela está complicada, y no quiero que se malinterprete como un apoyo a un gobierno que no está haciendo lo correcto por su gente.
No sé, la verdad es que esto suena a una jugada bastante arriesgada. Invitar a un representante a la investidura de alguien como Maduro puede dar la impresión de que se le está dando un respaldo, y eso puede no caer bien en muchos sectores. Más bien, parece que se está ignorando lo que realmente pasa en el país. Al final, podría generar más críticas que apoyo. Deberían pensarlo mejor, la diplomacia a veces puede ser un arma de doble filo.