
Ciudad de México.- Luego de que el gobierno federal ejecutó la prohibición de comida chatarra en escuelas, esto generó controversia entre la sociedad, pues aunque el propósito saludable es bueno un viejo refrán reza que “el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones”, ya que la medida afecta a pequeños comerciantes y a padres de familia, en diferentes formas.
Por esta razón, la Secretaría de Educación Pública (SEP), encabezada por Mario Delgado Carrillo, planea dar marcha atrás a varias disposiciones de la Ley que prohíbe la venta de comida chatarra en los planteles educativos, de acuerdo con un proyecto de reforma al que Proceso tuvo acceso
Se trata de un documento, fechado el 4 de abril y distribuido a un grupo de funcionarios, propone modificar los lineamientos que entraron en vigor el 29 de marzo de 2025, pero que fueron aprobados desde 2024, al cierre del sexenio de Andrés Manuel López Obrador.
El texto justifica revertir la prohibición de comida chatarra en escuelas de México para: “definir con mayor claridad la participación de las autoridades sanitarias en el marco de sus competencias y con ello delimitar su actuación”.
Y es que los nuevos lineamientos impiden la venta y distribución de productos ultraprocesados, llamados comida chatarra, en todos los planteles educativos del país.
¿Qué cambios propone la SEP para revertir la prohibición de comida chatarra en escuelas?
Entre los principales puntos del proyecto de reforma se encuentran:
- Permitir la venta de alimentos preparados con productos que tengan sellos de advertencia nutricional. Las tiendas “podrán utilizar alimentos y bebidas con sellos y leyendas del sistema de etiquetado frontal en la preparación de alimentos”, lo cual abre la puerta a la venta de alimentos con productos ultraprocesados (comida chatarra); no solamente con condimentos tipo mayonesa o salsas, sino también carnes o panes con sellos.
- Autorizar la venta de alimentos (ultraprocesados) en los alrededores de las escuelas, eliminando la responsabilidad de las autoridades escolares de vigilar estas prácticas.
- Excluir a la educación superior del cumplimiento obligatorio de esta norma. En su lugar, sugiere realizar “campañas de concientización sobre los estilos de vida saludable, formación para la vida sana y fortalecimiento de los entornos saludables”. Por lo tanto, ya podría volver la venta de comida cahtarra en universidades.
- Reducir o eliminar sanciones a proveedores y autoridades escolares que incumplan las reglas: eliminan un párrafo de los lineamientos adoptados por el gobierno de López, el cual estipula que las autoridades escolares deben vigilar que no se venda o se publicite “alimentos y bebidas con bajo valor nutricional” afuera de las escuelas.
- Quitar facultades a la Comisión Federal para la Prevención de Riesgos Sanitarios (Cofepris), para verificar el cumplimiento de la legislación en los centros educativos.
Impacto en la salud pública
De aprobarse esta reforma, la industria de productos ultraprocesados mantendría su presencia en los entornos escolares.
Esto ocurre a pesar de que México declaró una emergencia epidemiológica por obesidad y diabetes en 2016, en gran parte atribuida al consumo de refrescos, botanas y comida ultraprocesada.
¿Qué eliminaría la SEP de los lineamientos actuales?
La iniciativa redactada por el equipo de Mario Delgado elimina la obligación de ofrecer alimentos y bebidas saludables a precios accesibles, así como la facultad de la Cofepris de intervenir directamente en las escuelas.
También limita la definición de infracción, restringiéndola a la difusión de publicidad de productos no saludables.
En otras palabras: se permitiría vender comida chatarra, siempre que no se promueva explícitamente.
Contexto político y educativo
El proyecto representa un cambio significativo respecto a la política alimentaria impulsada en el sexenio de AMLO, y podría abrir la puerta al regreso de productos como frituras, refrescos y pastelillos —con exceso de azúcar, harinas y altamente calóricos—, a las escuelas del país.
¿Por qué causa controversia y enojo en escuelas de México?
La iniciativa del gobierno federal contra la comida chatarra en las escuelas genera diversas reacciones en la sociedad mexicana, ya que ha suscitado enojo y controversia por varias razones:
- Impacto económico:
- La prohibición afecta a pequeños comerciantes y cooperativas escolares que dependen de la venta de estos productos para su sustento. Esto ha generado preocupación por la pérdida de ingresos y empleos.
- También ha generado controversia por el aumento en el precio de los alimentos considerados saludables, ya que algunos padres de familia consideran que son mas costosos.
- Libertad de elección:
- Algunos sectores de la sociedad consideran que la decisión sobre qué alimentos consumir debe ser una elección personal y familiar, y no una imposición del gobierno.
- Existe la percepción de que el gobierno esta invadiendo la libertad de los padres en la educación de sus hijos.
- Implementación y control:
- Existen dudas sobre la efectividad de la medida, ya que se ha reportado la venta clandestina de comida chatarra en algunas escuelas.
- La falta de vigilancia y control en la venta de alimentos fuera de las escuelas es otro punto de preocupación.
- Cultura y hábitos alimenticios:
- La comida chatarra forma parte de la cultura y los hábitos alimenticios de muchos mexicanos, y cambiar estas costumbres arraigadas representa un desafío.
- Algunos padres consideran que la educación alimentaria debe comenzar en casa, y no solo en las escuelas.
- Descontento de los estudiantes:
- Ha habido descontento por parte de los estudiantes, ya que muchos de ellos extrañan los productos que consumían regularmente.
- Se ha reportado que los estudiantes buscan alternativas para conseguir la comida chatarra fuera de las escuelas, incluso algunos de ellos la introducen a escondidas para venderlas por su cuenta como un “emprendimiento”.
No entiendo cómo pueden dar marcha atrás en algo que estaba ayudando a los niños a comer mejor. La comida chatarra no solo es mala para la salud, sino que también fomenta malos hábitos desde pequeños. Es triste ver que se priorizan intereses comerciales sobre el bienestar de los estudiantes. Deberían buscar soluciones que no perjudiquen a los más vulnerables.