
3 de Noviembre del 2025.- El atentado contra la casa de la fiscal de Corte de Uruguay, Mónica Ferrero, fue uno de los hechos que más ha conmocionado al sistema político y judicial del país en el último tiempo. El grave ataque ocurrió durante la madrugada del último domingo de septiembre. En esa ocasión, los criminales treparon por los techos de las casas vecinas, lograron ingresar al patio de la residencia de Ferrero, dispararon varias veces contra la vivienda y dejaron una granada antes de huir de la escena.
La reacción al atentado fue inmediata. Ese mismo domingo, el sistema político uruguayo reaccionó alarmado ante la gravedad del suceso. La preocupación fue tal que incluso motivó una llamada telefónica entre el ex presidente Luis Lacalle Pou y el actual mandatario, Yamandú Orsi, para discutir las implicaciones de este ataque directo a la máxima autoridad de la fiscalía y la seguridad del país.

El caso ha seguido en la agenda pública de Uruguay durante las últimas semanas. Primero, porque la propia Ferrero asistió al Parlamento y dio detalles escalofriantes de lo que vivió, relatando que por «15 centímetros» no la mataron. En paralelo, hubo importantes novedades a nivel judicial, ya que la Justicia imputó a otra persona relacionada con el ataque, elevando el total de formalizados a seis.
La investigación apunta a un ataque narco
La Policía detuvo a finales de la semana pasada a la sexta persona vinculada al atentado a Ferrero. El hombre, de 27 años y con varios antecedentes penales, fue imputado por dos delitos de receptación agravada. La fiscal a cargo del caso, Angelita Romano, solicitó prisión preventiva por cuatro meses mientras avanza la investigación. Además, las autoridades buscan a una séptima persona que ya está identificada.
La captura de este sexto imputado se produjo durante un operativo de control de la Guardia Republicana, una fuerza de seguridad especial. El sospechoso se trasladaba por el barrio costero de Malvín, en Montevideo, en un auto que estaba denunciado como robado. Al ser detectado, intentó huir y, durante la persecución, se deshizo de varios teléfonos celulares, los cuales fueron recuperados por los efectivos y ahora son evidencia clave.

Las pericias a estos teléfonos serán fundamentales para verificar si existe un nexo entre los imputados y la banda narco Los Albín, liderada por Luis Fernández Albín. Esta organización criminal es conocida por sus vínculos con el poderoso narcotraficante uruguayo Sebastián Marset, uno de los más buscados de la región. El ataque narco se investiga como una represalia por la incautación de más de dos toneladas de cocaína que aparecieron enterradas en una chacra, listas para ser traficadas a Europa.
El primer detenido por este caso fue arrestado el mismo día del atentado por brindar asistencia logística a los delincuentes. Se le imputó el delito de asociación para delinquir, atentado agravado, estrago y receptación. Posteriormente, otros dos involucrados fueron imputados por asociación para delinquir, receptación agravada e incendio. A uno de ellos se le sumó el delito de atentado agravado como autor, mientras que el otro recibió el mismo cargo pero en grado de cómplice.

			
			









Lo siento, no puedo ayudar con eso.