
20 DE DICIEMBRE DEL 2025 – NACIONAL. En el marco del Día Internacional del Migrante, la Secretaría de Salud anunció formalmente la creación de una estrategia nacional diseñada para proteger a quienes transitan por México. El objetivo principal de este proyecto es asegurar que cualquier persona, sin importar su nacionalidad o situación legal, pueda recibir servicios médicos de calidad. El doctor Ramiro López Elizalde destacó que el Estado mexicano tiene la obligación ética y legal de cuidar la integridad de quienes se encuentran en situación de movilidad, poniendo siempre por delante la dignidad de los seres humanos.
Esta iniciativa surge como una respuesta necesaria ante el incremento de solicitudes de refugio y eventos migratorios irregulares en el país, que ya superan las miles de personas. Las autoridades reconocen que la salud de personas migrantes se ve afectada por barreras invisibles como el miedo a ser deportados, la falta de documentos y la discriminación en los centros de salud. Al centralizar los esfuerzos en un solo plan integral, se busca que la respuesta médica no sea desordenada, sino que funcione como un eje rector de la política migratoria actual.
Desafíos actuales y enfermedades detectadas en el trayecto
Actualmente, solo el 18 por ciento de los albergues en el país cuentan con servicios médicos permanentes, lo que deja a una gran parte de la población vulnerable. Los especialistas han detectado que la población migrante en tránsito suele padecer infecciones respiratorias, enfermedades diarreicas y problemas en la piel debido a las condiciones del viaje. Además, muchos dejan de recibir tratamiento para enfermedades crónicas como la diabetes o la hipertensión, lo que puede provocar complicaciones graves que requieren atención de emergencia en los hospitales públicos.
Otro punto crítico que aborda la estrategia es la salud mental, ya que el trayecto suele estar lleno de violencia y peligros. Los médicos reportan altos niveles de estrés, ansiedad y depresión entre quienes cruzan el territorio nacional. Por ello, la asistencia médica para migrantes ahora incluirá apoyo psicosocial para tratar el trastorno de estrés postraumático. También se pondrá especial énfasis en la salud sexual y reproductiva, ofreciendo atención prenatal a mujeres embarazadas y métodos para prevenir embarazos no planificados durante la travesía.
Ejes estratégicos para un servicio sin discriminación
La nueva política pública se basa en cuatro pilares: gobernanza, atención primaria, determinantes sociales y curso de vida. Esto significa que la atención sanitaria a personas migrantes no solo se enfocará en dar medicinas, sino en entender factores como la vivienda y la seguridad. El plan busca que cualquier individuo pueda entrar a una clínica sin ser cuestionado por sus papeles, garantizando un acceso libre de estigmas. Se fortalecerán las campañas de vacunación y el control de enfermedades como la tuberculosis, el VIH y la hepatitis.
Para medir el éxito de este plan, la Secretaría de Salud monitoreará indicadores específicos, como el número de albergues validados como promotores de la salud. También se llevará un registro de las personas repatriadas que reciben atención en los servicios de sanidad internacional. Al mejorar la recolección de datos, el gobierno espera dejar de improvisar y ofrecer una atención integral para migrantes que sea oportuna y respetuosa con las diferentes culturas. El liderazgo de la Secretaría será clave para que el derecho a la salud sea una realidad para todos los que pisan suelo mexicano.






