
La Secretaría de Marina (Semar) y la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México anunciaron una reunión de alto nivel con el embajador de Estados Unidos, Ronald Johnson, luego de un ataque de fuerzas estadounidenses contra cuatro embarcaciones en aguas internacionales del Pacífico. Este encuentro tiene como objetivo principal esclarecer los hechos, coordinar protocolos de seguridad y evitar que situaciones similares pongan en riesgo vidas humanas y la soberanía marítima de México.
El ataque, según información oficial estadounidense, dejó 14 personas fallecidas y un sobreviviente, en lo que fue descrito como una operación contra presuntas embarcaciones vinculadas al narcotráfico. El incidente ocurrió aproximadamente a 830 kilómetros al suroeste de Acapulco, en aguas internacionales, pero ha generado un fuerte debate sobre la jurisdicción y los límites de acción de las fuerzas extranjeras en alta mar.
Claudia Sheinbaum, presidenta de México, destacó que la Semar actuó “por razones humanitarias y dentro de los tratados internacionales”, iniciando de inmediato la búsqueda y rescate del único sobreviviente. Este operativo se ejecuta bajo lineamientos del Convenio Internacional para la Seguridad de la Vida Humana en el Mar (SOLAS), con el objetivo de priorizar la protección de las personas involucradas y garantizar atención médica inmediata.
En la reunión con el embajador estadounidense, México expresó su rechazo a la realización de operaciones unilaterales que puedan afectar la soberanía del país. La SRE y la Semar insistieron en que cualquier acción de este tipo debe coordinarse previamente y respetar estrictamente los protocolos internacionales de actuación marítima, con especial énfasis en la protección de vidas humanas y en la comunicación oportuna entre ambas naciones.
A pesar de la tensión inicial, ambas naciones coincidieron en la necesidad de reforzar la cooperación naval y mantener un canal permanente de diálogo, con el objetivo de prevenir operaciones unilaterales en zonas marítimas compartidas y asegurar una respuesta coordinada frente a amenazas delictivas. La coordinación incluirá intercambio de información, patrullajes conjuntos y mecanismos de aviso previo para operaciones sensibles.
Expertos en seguridad internacional señalan que este incidente subraya la creciente necesidad de revisar los mecanismos bilaterales existentes y fortalecer la cooperación marítima, con especial atención a la soberanía de cada nación. México, por su parte, reafirma su compromiso con la salvaguarda de la vida humana en alta mar y la defensa de su jurisdicción marítima, enviando un mensaje claro sobre la importancia del respeto mutuo y el cumplimiento de tratados internacionales.
La Semar continuará con la operación de rescate y el monitoreo constante de la zona, mientras la SRE mantiene comunicación directa con la embajada estadounidense para coordinar los pasos siguientes. Este caso se convierte en un referente sobre la manera en que México gestiona incidentes internacionales complejos, priorizando la diplomacia, la seguridad y la protección de los derechos humanos en espacios marítimos sensibles.









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