
12 AGOSTO 2025- NACIONAL- La Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (Secihti) y la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) firmaron un convenio clave para impulsar proyectos de investigación científica, humanista y tecnológica que respondan a las necesidades estratégicas del país. Entre los ejes centrales del acuerdo destacan el diseño y fabricación de semiconductores, la transición energética y la innovación en salud, todos ellos fundamentales para el desarrollo nacional y la competitividad de México en el escenario global.
Colaboración estratégica con instituciones clave
El convenio establece la responsabilidad de la Secihti, en conjunto con la Secretaría de Educación Pública (SEP), de acompañar el fortalecimiento de las instituciones de educación superior. De esta manera, se busca que el impacto no solo se refleje en el ámbito académico, sino también en la generación de soluciones tecnológicas que atiendan retos sociales y económicos, como la modernización de la industria, el aprovechamiento de energías limpias y el acceso equitativo a la salud.

Durante la ceremonia, Rosaura Ruiz Gutiérrez, titular de la Secihti, señaló que este acuerdo permitirá que la UAM explore alianzas con el Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica (Ipicyt), Centro Público sectorizado a la Secihti, para desarrollar investigaciones en inteligencia artificial. Este campo es considerado un motor clave para la cuarta revolución industrial y tiene aplicaciones que van desde la automatización productiva hasta la medicina de precisión.
Nuevo modelo académico para acelerar la especialización
Uno de los puntos más innovadores del acuerdo es la implementación del modelo “3:2:3”, que busca optimizar el tiempo de formación académica. Este esquema propone tres años de licenciatura, dos de maestría y tres de doctorado, lo que permitiría a México contar con especialistas altamente capacitados en menor tiempo. Esta estrategia será fundamental en carreras vinculadas a sectores estratégicos, como la ingeniería en semiconductores, un rubro en el que actualmente existe una fuerte demanda internacional.

El convenio podría generar un efecto multiplicador en la economía mexicana al fomentar el desarrollo tecnológico propio, reduciendo la dependencia de importaciones y fortaleciendo la soberanía en áreas críticas. Según especialistas, si México logra consolidar una cadena de producción nacional de semiconductores y energías limpias, podría posicionarse como un actor relevante en el mercado tecnológico de América Latina y, eventualmente, competir con polos industriales en Asia y Europa.






