
18 JUNIO 2025-El sargazo en Playa del Carmen se ha convertido en más que un problema turístico: ahora también es un riesgo para la salud de quienes lo retiran de las playas. Expertos del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM advirtieron que el ácido sulfhídrico, un gas tóxico que emana del alga en descomposición, afecta directamente a los trabajadores que diariamente pasan horas expuestos a este contaminante sin la protección adecuada.
Ana Luisa, parte del personal de limpieza en la zona, comentó que el contacto constante con el sargazo en Playa del Carmen le provoca alergias, picazón, mareos y hasta dolor de cabeza. Estos síntomas se vuelven parte del día a día de recolectores que ganan alrededor de seis mil pesos por quincena y trabajan jornadas de ocho horas, muchas veces sin prestaciones ni seguridad social.
Gas tóxico con olor a huevo podrido
Rosa Rodríguez, investigadora de la UNAM, explicó que el ácido sulfhídrico es un gas incoloro pero fácil de reconocer por su olor a huevo podrido. En bajas concentraciones puede causar irritación en ojos, nariz y garganta, y si supera los 10 ppm puede ser más dañino, sobre todo para quienes padecen asma u otros problemas respiratorios. Para turistas y residentes el riesgo es mínimo, pero no para quienes lo recolectan a diario.
El director de la Zofemat en Playa del Carmen, Erik Madrigal, confirmó que los empleados trabajan bajo contratos asimilados, es decir, sin estar afiliados al municipio ni contar con seguro médico. Por esta razón, muchos de ellos enfrentan por su cuenta los efectos secundarios del gas y de las largas horas de exposición.

Con el fin de entender mejor este fenómeno, investigadores de la UNAM desarrollaron un sensor capaz de medir y alertar sobre los niveles peligrosos de gas que se liberan mientras se barre o acarrea el sargazo. Este dispositivo ya se está probando en playas de Cancún, Puerto Morelos, Playa del Carmen y Tulum, zonas con fuerte arribo de alga cada temporada.
El objetivo de este monitoreo es establecer protocolos para que los trabajadores tengan derecho a atención médica y se regule su tiempo de exposición. De comprobarse niveles elevados, podría ordenarse el retiro temporal de los empleados para evitar daños mayores a su salud, una medida que hasta hoy no existe, pero que se vuelve urgente ante el constante aumento del sargazo en la región.