
CIUDAD DE MÉXICO.— El año 2024 marcó un parteaguas para la Comisión Federal de Electricidad (CFE), no sólo por la transición en su Dirección, con la salida de Manuel Bartlett Díaz y la llegada de Emilia Esther Calleja Alor, sino por registrar las mayores pérdidas financieras en toda su historia reciente.
De acuerdo con el resultado financiero auditado, enviado el 24 de abril por la CFE a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), la empresa acumuló una pérdida neta de 271 mil 574 millones de pesos, una cifra que representa un aumento del 118% respecto al dato preliminar que había sido reportado anteriormente para ese mismo año.
Pérdidas acumuladas
Cabe recordar que en febrero de 2025 la CFE reportó a la BMV una pérdida neta de 124 mil 444 millones de pesos como resultado acumulado del ejercicio 2024. Esto contrastó con el resultado positivo del año anterior: en 2023 la empresa reportó una utilidad neta de 96 mil 191 millones de pesos.
El reporte histórico elaborado por la revista Proceso, a partir de los datos de la CFE, revelan una trayectoria de pérdidas a lo largo del gobierno de Andrés Manuel López Obrador en los resultados financieros de la empresa.
En 2022, la pérdida fue de 15 mil 666 millones de pesos; en 2021, de 106 mil 260 millones; mientras que en 2020 el saldo negativo fue de 85 mil 996 millones.
Por el contrario, en 2019 y 2018 la CFE logró ganancias de 25 mil 673 millones y 61 mil 625 millones de pesos, respectivamente. Más atrás, en 2017, la utilidad neta ascendió a 107 mil 910 millones, y en 2016 fue de 76 mil 256 millones.
Para 2014 las ganancias fueron de dos mil 704 millones de pesos, mientras que en 2013 se reportaron pérdidas por 11 mil 824 millones. No se cuenta con información de 2015 en la base de datos de la empresa.
Es preocupante ver cómo la CFE terminó con un déficit tan grande. Esto no solo afecta a la empresa, sino también a todos nosotros como usuarios. La falta de una buena gestión puede tener consecuencias graves, y es esencial que se tomen decisiones más acertadas para evitar que esto vuelva a suceder. La energía es vital, y no podemos permitir que la situación se complique más.
Es preocupante ver cómo la CFE terminó con un déficit tan grande. Esto no solo afecta a la empresa, sino que también puede repercutir en los usuarios con tarifas más altas. Es necesario que se tomen decisiones más acertadas para evitar que estas situaciones se repitan en el futuro. La gente necesita un servicio eléctrico eficiente y accesible, y no más problemas financieros.