5-Noviembre-2025.-.El director del Servicio Federal de Seguridad (FSB) de Rusia, Alexánder Bórtnikov, solicitó al presidente Vladímir Putin más tiempo para elaborar una propuesta ante la posibilidad de que Estados Unidos reanude sus ensayos nucleares. Durante una reunión del Consejo de Seguridad, Bórtnikov advirtió que la situación “es muy delicada y compleja” y que cualquier decisión debe tomarse con un análisis profundo. La petición busca evitar una reacción precipitada que pueda escalar las tensiones internacionales.
Putin ante la presión militar interna
En la misma reunión, el ministro de Defensa ruso, Andréi Beloúsov, instó a Putin a “iniciar de inmediato los preparativos para pruebas nucleares a gran escala”. Su postura refleja la creciente preocupación en el alto mando militar ruso tras el reciente lanzamiento de prueba del misil balístico intercontinental Minuteman III por parte del Comando de Ataque Global de la Fuerza Aérea de EE.UU. Para Beloúsov, la respuesta rusa debe ser contundente y mostrar que Moscú está preparado para actuar en defensa de su soberanía estratégica.
El ensayo estadounidense, realizado desde la base de la Fuerza Espacial Vandenberg, en California, ocurre poco después de que el presidente Donald Trump ordenara “iniciar ensayos nucleares de inmediato”. Washington argumenta que esta decisión busca mantener la paridad militar frente a Rusia y China, aunque ambos países han negado estar realizando pruebas nucleares. La escalada verbal entre las potencias revive los temores de una nueva carrera armamentista similar a la de la Guerra Fría.
División dentro del liderazgo ruso
La solicitud del FSB de disponer de más tiempo para formular una propuesta revela un debate interno dentro del Kremlin. Mientras el Ministerio de Defensa busca una respuesta rápida y visible, los servicios de inteligencia proponen una estrategia más medida, basada en el análisis técnico y diplomático. Esta diferencia refleja el dilema de Moscú entre demostrar fuerza militar o priorizar la estabilidad global. De fondo, Rusia intenta mantener su imagen de potencia responsable sin renunciar a su capacidad de disuasión nuclear.
Además, las advertencias previas de Moscú han sido claras: si algún país rompe la moratoria unilateral sobre los ensayos nucleares, Rusia responderá “de forma simétrica”. Sin embargo, el pedido de Bórtnikov podría interpretarse como un intento de ganar tiempo y explorar alternativas diplomáticas antes de una escalada irreversible. En este contexto, el papel del Consejo de Seguridad ruso será clave para definir el rumbo de la política nuclear del país en los próximos meses.
