
La guerra en Europa del Este volvió a recrudecerse tras los nuevos ataques nocturnos de Rusia contra la región fronteriza de Sumy, en Ucrania. Según confirmó el gobernador Oleh Hryhorov, una persona perdió la vida y otras nueve resultaron heridas después de que drones kamikaze impactaran en zonas residenciales. Varias casas y un edificio de apartamentos sufrieron graves daños, además de infraestructura civil clave.
En el distrito de Konotop, la fiscalía ucraniana abrió investigaciones por presuntos crímenes de guerra luego de que un conductor de 37 años muriera tras un ataque con drones, mientras que dos pasajeros de edad avanzada quedaron gravemente heridos. Las imágenes difundidas por las autoridades locales muestran calles cubiertas de escombros y viviendas reducidas a ruinas, reflejo del impacto directo contra objetivos civiles.
Ucrania responde con su defensa aérea
De acuerdo con el mando militar ucraniano, durante la noche fueron lanzados 104 drones de combate Shahed de fabricación iraní, de los cuales 76 fueron derribados por las defensas antiaéreas. Aunque el número de interceptados es alto, la magnitud del ataque demuestra la persistencia de Moscú en emplear drones de bajo costo para saturar la capacidad defensiva de Kiev. El gobierno ucraniano insistió en la necesidad de recibir más sistemas antiaéreos occidentales para reducir el riesgo de nuevas tragedias.
La ofensiva contra Sumy se suma a la presión rusa en otros frentes. En Dnipropetrovsk, el Ministerio de Defensa de Rusia anunció la captura de Zaporizke, una pequeña aldea ubicada a orillas del río Kámenka. Aunque se trata de un asentamiento de apenas 440 habitantes antes de la guerra, su valor estratégico radica en su posición sobre rutas de abastecimiento.
Avance ruso en Donetsk
Por otra parte, el líder prorruso Denís Pushilin aseguró en un video que las tropas de Moscú ya alcanzaron los suburbios de Konstantinivka, uno de los puntos clave en la región de Donetsk. “Nuestros grupos están entrando y atacando al enemigo en las afueras”, afirmó Pushilin. Esta localidad ha sido un objetivo recurrente, ya que su control permitiría ampliar la ofensiva en el este de Ucrania y aumentar la presión sobre las fuerzas de Kiev.
La combinación de ataques con drones en zonas residenciales y ofensivas terrestres en varios frentes subraya la estrategia de Rusia de mantener a Ucrania bajo constante desgaste. Mientras tanto, la comunidad internacional vuelve a expresar preocupación por el costo humano de la guerra, que no solo afecta a combatientes, sino que sigue golpeando de lleno a la población civil.
El valor agregado de este contexto es que la ofensiva rusa contra Sumy no es un hecho aislado: responde a la táctica de expandir la presión sobre regiones fronterizas y urbanas para forzar un mayor desgaste interno en Ucrania. Además, se da en momentos en que Kiev enfrenta crecientes dificultades para sostener su defensa aérea sin un flujo constante de armas y municiones de sus aliados occidentales.