
23 OCTUBRE 2025-INTERNACIONAL-Las autoridades francesas han confirmado la detención de dos hombres sospechosos de haber participado en el reciente robo en el Louvre, uno de los más sonados de los últimos años en Europa. Aunque el caso sigue bajo investigación, la fiscal de París, Laure Beccuau, reveló que uno de los sospechosos fue capturado en el aeropuerto de Roissy, justo cuando intentaba abandonar el país. De acuerdo con reportes de Le Monde, la inminente huida de este hombre fue lo que aceleró el operativo policial que se llevó a cabo el pasado sábado por la noche.
El otro implicado fue detenido en el departamento de Seine-Saint-Denis, al norte de París, mientras presuntamente intentaba escapar rumbo a Mali. Ambos sospechosos, de unos treinta años, son originarios de Aubervilliers, un suburbio parisino con altos índices de criminalidad. Según el diario Le Parisien y la televisora BFMTV, uno de los hombres tiene nacionalidad francesa, mientras que el otro posee doble nacionalidad franco-argelina.
Sospechosos ya conocidos por la policía
Fuentes cercanas a la investigación confirmaron a France Télévisions que los detenidos no eran desconocidos para las autoridades. Ambos ya habían sido investigados por robos en joyerías y delitos similares. Las pruebas de ADN halladas en el lugar del robo resultaron claves para su identificación: la policía tomó más de 150 muestras de rastros biológicos y papilares en la escena, lo que permitió relacionarlos directamente con el crimen.
Durante su huida, los delincuentes dejaron atrás varios objetos que ahora se han convertido en piezas clave para la investigación: guantes, un casco, un chaleco amarillo y un walkie-talkie. Todos estos elementos fueron sometidos a pruebas periciales que arrojaron coincidencias genéticas. Según el informe preliminar, los ladrones incluso intentaron incendiar las escaleras mecánicas que usaron para acceder al edificio, aunque no lograron completar la acción.

El robo en el Louvre ha sido calificado por expertos en seguridad como un ataque sin precedentes contra el patrimonio cultural francés. El golpe ocurrió pese a los estrictos sistemas de vigilancia que posee el museo, considerado uno de los más protegidos del mundo. La Brigada de Represión de la Delincuencia de la Policía Judicial (BRB) llevaba semanas siguiendo a los sospechosos, esperando rastrear a posibles cómplices y recuperar las joyas robadas, cuyo valor aún no ha sido revelado oficialmente.
La reacción del museo no se hizo esperar. El Museo del Louvre, en coordinación con el Ministerio de Cultura, decidió trasladar sus piezas más valiosas al Banco de Francia, donde se encuentran bajo resguardo en una cámara acorazada ubicada a 26 metros bajo tierra. Esta medida busca evitar nuevos intentos de robo mientras se refuerzan los protocolos de seguridad y vigilancia del recinto.
El caso ha reavivado el debate sobre la vulnerabilidad de los grandes museos frente al crimen organizado. A pesar del alto nivel tecnológico de sus sistemas de seguridad, los robos de arte y joyas en Europa continúan ocurriendo con frecuencia sorprendente. Los especialistas advierten que las bandas dedicadas a este tipo de delitos suelen operar con gran precisión, utilizando información privilegiada o infiltrados que facilitan el acceso a las instalaciones.





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