
12 DE DICIEMBRE DEL 2025 – INTERNACIONAL. Una audaz y peligrosa misión, bautizada como «Operación Dinamita Dorada», logró sacar de Venezuela a la líder opositora y premio Nobel, María Corina Machado, permitiéndole llegar a Oslo para recoger su Premio Nobel de la Paz. Bryan Stern, fundador de la Grey Bull Rescue Foundation y director de la operación, reveló a la BBC los detalles de esta evacuación encubierta. El rescate implicó disfraces, dos travesías marítimas en mares agitados y, finalmente, un vuelo seguro. Machado, que había estado escondida desde las controvertidas elecciones del año pasado, no se quejó ni una sola vez a pesar de las condiciones adversas del viaje.
El objetivo de la operación era extraer de su propio país a una figura tan conocida como María Corina Machado, considerada la «segunda persona más popular del maldito país con una diana en la espalda», según Stern. La Grey Bull Rescue Foundation, que se especializa en evacuaciones en zonas de conflicto, había estado consolidando infraestructura en el Caribe, incluyendo Venezuela y Aruba, en preparación para este tipo de operaciones. Un representante del equipo de Machado confirmó que Grey Bull fue la organización detrás del rescate, que se produjo después de que un intento inicial de extracción «no saliera bien».
Una Travesía en «Oscuridad Total» para Machado
La «Operación Dinamita Dorada» —nombre elegido en referencia a Alfred Nobel, el inventor de la dinamita, y el Premio Nobel de la Paz— se ejecutó con gran rapidez. Stern afirmó que solo transcurrieron unos días desde el contacto inicial con el equipo de Machado hasta la finalización exitosa de la misión. El plan de rescate se centró en un peligroso viaje por mar. Machado fue trasladada por tierra desde el lugar donde se escondía hasta una pequeña embarcación, que la llevó frente a la costa hasta un barco más grande, donde se encontró con el propio Stern.
El viaje marítimo fue descrito como «frío, húmedo y largo» y se realizó en «mares muy agitados» con olas de hasta 3 metros de altura y en «una oscuridad total», lo que aumentaba significativamente el riesgo. Stern enfatizó que el agua «no perdona» y que un fallo en el motor del barco lo hubiera obligado a nadar hasta Venezuela. Durante toda la travesía, se implementaron múltiples medidas para ocultar el rostro y el perfil «digital» de Machado, debido a la «amenaza biométrica muy real» de ser localizada a través de su teléfono móvil o cámaras.
La líder opositora se comportó de manera «impresionante» a lo largo de la prueba. A pesar de estar «empapada y helada», Machado no se quejó, aceptando solo un jersey para abrigarse que le ofreció Stern. Una vez en tierra firme, pudo tomar el avión que la llevó a Noruega, donde la esperaban sus hijos adultos, a quienes no había visto en dos años. La operación, aunque altamente peligrosa y con múltiples puntos de fallo, culminó con éxito la medianoche del miércoles en Oslo.
Stern aseguró que la misión fue financiada por donantes privados y no por el gobierno de Estados Unidos, a pesar de que el despliegue de una enorme fuerza naval estadounidense en el Caribe ha incrementado las especulaciones sobre una posible intervención militar contra el gobierno de Maduro. Sin embargo, admitió que hubo coordinación «informal» con servicios de inteligencia y diplomáticos de varios países, incluyendo Estados Unidos. El exmilitar también afirmó haber tomado medidas para garantizar la seguridad de los venezolanos que ayudaron en la operación, manteniendo sus identidades en secreto a través de «muchas operaciones encubiertas».
Machado ha manifestado su intención de regresar a Venezuela, aunque Stern confesó haberle aconsejado no hacerlo, recordándole su rol de madre y heroína para su pueblo. «Ojalá no volviera, pero tengo la sensación de que lo hará», declaró, reconociendo el profundo compromiso de la líder opositora con la causa de su país. Este rescate destaca la precariedad y el peligro que enfrentan las figuras de la oposición en Venezuela bajo la creciente presión internacional y las tensiones militares en la región.
El Uso de la «Infraestructura de Evacuación» como Herramienta Geopolítica






