

Familiares exigen claridad ante posible nuevo error del SML
El hallazgo de restos óseos en #CuestaBarriga ha encendido una fuerte polémica entre autoridades #chilenas, despertando viejos temores sobre el manejo forense de evidencia en el país. Primero, el fiscal Héctor Barros señaló que el sitio estaría siendo utilizado por la banda criminal #TrendeAragua para #eliminarcuerpos, una afirmación grave que sacudió a la opinión pública. Sin embargo, poco después, el ministro del Interior, Manuel Cordero, bajó el perfil del hallazgo asegurando que se trataba solo de “material de estudio”.
Este cruce de versiones ha generado una ola de incertidumbre, especialmente entre los familiares de personas desaparecidas, quienes piden respuestas concretas. El cuestionamiento central gira en torno al tratamiento técnico de los restos: ¿Qué peritajes se han hecho? ¿Existen análisis forenses que respalden lo dicho por el ministro? Hasta ahora, no se han presentado informes técnicos oficiales que aclaren la verdadera naturaleza del hallazgo.
Ante la confusión, se ha oficiado al Ministerio de Seguridad para exigir explicaciones claras y transparentes. Desde el Congreso y organizaciones de derechos humanos se ha hecho un llamado urgente a esclarecer el caso, no solo por la relevancia penal que podría tener, sino también por la carga emocional que implica para decenas de familias que buscan a sus seres queridos. La falta de coordinación entre fiscalía y gobierno genera dudas sobre la seriedad con la que se trata esta evidencia.

Muchos temen que este episodio se convierta en otro escándalo vinculado al Servicio Médico Legal (SML), una institución ya cuestionada en el pasado por extravíos de osamentas y errores en la identificación de restos. De confirmarse irregularidades, se podría estar repitiendo una historia de negligencia que ha sido dolorosa para muchas víctimas.
La Cuesta Barriga ha sido escenario de varios hallazgos preocupantes a lo largo de los años, por lo que el tratamiento profesional de cada caso debería ser prioritario. El hecho de que existan diferencias tan grandes entre las declaraciones de las autoridades solo suma tensión a un problema que ya es bastante delicado por sí solo. Se necesita unificar criterios y trabajar con evidencia científica y respeto a las víctimas.
La ciudadanía y los medios están ahora con los ojos puestos en cómo avanzarán las investigaciones. Es vital que se tomen muestras, se realicen peritajes profesionales y se publiquen los resultados de forma pública. En un país donde aún hay heridas abiertas por desapariciones y violencia, cada osamenta hallada representa la esperanza de una familia por conocer la verdad.
Es genial ver que se están tomando medidas para mejorar la situación. Sin embargo, me preocupa que no se esté escuchando a la gente que realmente vive el problema. A veces, las soluciones parecen más pensadas desde un escritorio que desde la realidad de las personas.
Es bueno que se hable de estos temas, pero a veces siento que no se profundiza lo suficiente. La gente necesita entender más sobre lo que realmente está pasando y cómo les afecta. No basta con dar información superficial; hay que hacer que la gente se interese y se sienta parte de la solución.
La verdad es que me parece genial que se hable de este tema, porque es algo que nos afecta a todos. Sin embargo, creo que a veces se quedan en lo superficial y no profundizan en lo que realmente importa. Necesitamos soluciones más concretas y menos palabrería.