Regular la gestación subrogada en México puede evitar que el Estado ataque problemas estructurales que ponen en riesgo la salud y vida de las mujeres gestantes y perpetúa estereotipos como la romantización del embarazo, dijo una especialista.
En entrevista, la experta Eleane Proo Méndez, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), refirió que la práctica de la gestación subrogada resulta polémica porque tiene un sentido monetario.
“Y entonces ahí es donde comienzan los temas polémicos porque por lo general las mujeres gestantes suelen provenir de poblaciones vulnerables”, afirmó.
En ese sentido, precisó que tan solo en 2022 las ganancias de este mercado fueron de 14 mil millones de dólares a nivel global y se prevé que tenga un crecimiento anual de 24.5 por ciento.
“Esto porque suele ser una opción muy viable para las mujeres en situación de pobreza”, aseveró.
Sin embargo, explicó que para las mujeres gestantes este tipo de prácticas representa un gran riesgo pues no se tienen en cuenta sus derechos humanos.
“Hay muchas faltas a los derechos humanos de las mujeres sobre todo los que tienen que ver con daños psicológicos y daños físicos”, enfatizó.
En México la gestación subrogada es legal desde 1997 en Tabasco, y se permite también en Sinaloa desde 2013.
El 6 de junio de 2021 la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) avaló la gestación subrogada tanto gratuita como de pago e, incluso, invalidó las disposiciones de Tabasco que prohibían el acceso a parejas del mismo sexo y extranjeras.
El argumento principal alrededor de tal decisión fue que al prohibir por completo esta práctica “se puede caer en la clandestinidad”.
Para Proo Méndez es problemático creer que con esta normativa se va a solucionar el tema.
“Yo lo que veo es que si nosotros regulamos al estado se le está quitando la responsabilidad de velar por los derechos de las mujeres y de atacar problemas estructurales como la feminización de la pobreza y seguimos perpetuando estereotipos como los embarazos romantizados”, aseveró.
La especialista de la Facultad de Ciencias políticas y Sociales de la UNAM, explicó que aunque no se tienen cifras oficiales sobre si se ha incrementado esta práctica en México a partir del fallo de la SCJN, si se ha visto que las empresas dedicadas a ello promueven al país como un país destino de turismo reproductivo.
“Lo promueven como un país con facilidades legislativas. (…) De hecho, la mayoría de agencias hace uso de esos fallos que ha hecho la SCJN y con ese respaldo se legitima la práctica, para hacer ver cómo que en México es algo ya permitido”, lamentó.
Asimismo, dijo que en lo económico las mujeres gestantes son las menos beneficiadas, pues aunque las agencias intermediarias suelen pagar todos los gastos que conlleva el embarazo, ellas corren con los riesgos y reciben, en promedio, 5 % de lo que genera un procedimiento como este.
Lamentó que actualmente la popularidad de esta práctica haya convertido a la gestación subrogada en algo “aspiracional” y que eso lleve a la romantización de la práctica, e eincluso, que se piense que es una “ayuda” entre mujeres.
Finalmente, dijo que pese a las iniciativas que se han presentado tanto para regularla o no, “vamos a estar en un limbo legal todavía unos años”, lo cual podría beneficiar a los intereses económicos y políticos que rodean la práctica.
Con información de EFE