
La autodenominada «tiranía» de Nicolás Maduro ha elevado drásticamente la tensión en el ámbito internacional al solicitar una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU. El régimen venezolano asegura que un ataque militar de Estados Unidos es «inminente y en el corto plazo», basando su alarma en lo que describe como un «despliegue militar sin precedentes» en el Caribe.
La Denuncia ante el Consejo de Seguridad
En una carta formal enviada por su misión diplomática en Nueva York, el régimen de Maduro acusa directamente a Washington de estar «fabricando condiciones para justificar una agresión» militar contra Venezuela. La denuncia busca activar el máximo organismo de seguridad de la ONU para advertir y, posiblemente, intentar disuadir lo que consideran una escalada bélica por parte de EE. UU.
La petición de emergencia subraya la extrema preocupación del gobierno venezolano por las actividades militares estadounidenses en la región caribeña. Este tipo de solicitud ante la ONU es un paso diplomático de alto riesgo, utilizado solo cuando un Estado se siente gravemente amenazado en su soberanía e integridad territorial.
El Cerco Internacional y el Cártel de los Soles ☀️
Este movimiento diplomático de Caracas se produce en un contexto de intensificación del cerco internacional contra figuras clave del régimen, especialmente por sus presuntos vínculos con el Cártel de los Soles. El nombre de esta red es frecuentemente asociado por EE. UU. con el narcotráfico y la corrupción dentro de las altas esferas militares y políticas de Venezuela.
El régimen de Maduro parece estar vinculando este despliegue militar a la presión internacional relacionada con el narcotráfico y otros crímenes transnacionales, sugiriendo que la Casa Blanca está utilizando estas acusaciones para justificar una intervención. La denuncia ante la ONU es vista como un intento de desviar la atención de los problemas internos y las presiones externas, proyectando la imagen de que Venezuela es víctima de una agresión planificada.






