
25 JULIO 2025- INTERNACIONAL- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, desestimó sin rodeos el reciente anuncio del mandatario francés, Emmanuel Macron, sobre el reconocimiento de Palestina como Estado soberano. En declaraciones ofrecidas a la prensa este viernes, Trump afirmó: “Lo que él diga no importa”, refiriéndose a Macron, y añadió que “Francia puede hacer lo que quiera, pero no tiene ningún peso en este asunto”.
La respuesta del mandatario estadounidense ha generado controversia en círculos diplomáticos, especialmente después de que Macron calificara su decisión como un “compromiso histórico con la paz”. El anuncio francés busca alinearse con otras naciones europeas que ya han tomado medidas similares, como España, Irlanda y Noruega. Sin embargo, la negativa de Trump a reconocer la importancia de esta acción pone en evidencia la distancia creciente entre ambas potencias en asuntos internacionales.

Francia busca liderar, EE.UU. se mantiene firme
Desde hace años, el reconocimiento del Estado palestino ha sido un tema delicado dentro de la política internacional. Francia, bajo el liderazgo de Macron, ha intentado tomar un papel más activo en el proceso de paz en Medio Oriente, alegando que una solución de dos Estados es el único camino viable para garantizar una paz duradera entre Israel y Palestina. En contraste, Trump se ha mostrado firme en su apoyo a Israel y ha cuestionado la viabilidad de reconocer a Palestina sin reformas internas ni garantías claras de seguridad.
A lo largo de su mandato, Trump ha impulsado una política exterior más unilateral y pragmática. Durante su primer periodo presidencial, trasladó la embajada estadounidense a Jerusalén, rompiendo con décadas de política diplomática equilibrada. Este gesto fue aplaudido por el gobierno israelí, pero criticado ampliamente por organismos internacionales y países árabes. Su reciente respuesta sobre Macron refuerza esta línea de pensamiento y aleja aún más a EE.UU. de cualquier postura mediadora en el conflicto.

Cabe destacar que el reconocimiento oficial de Palestina por parte de potencias como Francia podría tener repercusiones directas en organismos multilaterales como la ONU, la Corte Penal Internacional o incluso en relaciones comerciales bilaterales. Si el número de países que respaldan esta decisión continúa creciendo, podría aumentar la presión diplomática sobre Estados Unidos e Israel para retomar negociaciones en condiciones más equitativas.






