Editorial
Dr. Daniel Zovatto
Global Fellow. Wilson Center. Programa de América Latina.
Investigador Senior. Centro de Estudios Internacionales Universidad Católica de Chile. Miembro del Consejo Asesor de la Revista Foreign Affairs Latinoamérica (FAL).
En su reciente visita a la provincia de Corrientes, el pasado lunes, el presidente Javier Milei no escatimó en críticas hacia el Estado, el Congreso y la clase política argentina.
El mandatario definió al Estado como “una organización criminal violenta”, al Congreso lo desestimó como “un nido de ratas”, y a los políticos los calificó como “una mierda que la gente desprecia” (sic).
Si aceptamos la descripción de Milei sobre el Estado, entonces debemos admitir que el presidente, como jefe del Estado argentino, sería el líder de esta supuesta organización criminal violenta. Por otro lado, si bien el presidente critica con vehemencia a la maldita “casta” cabe recordar que requirió de ella para ganar en la segunda vuelta y que sigue necesitándola para gobernar.
Argentina es una democracia constitucional que se basa en el pluralismo político, la tolerancia, la división de poderes y el estado de derecho. En diciembre del año pasado se celebró el 40 aniversario del retorno del país a la vida democrática. En este contexto y en el de una sociedad abierta (Karl Popper), el opositor político que discrepa con el presidente no debe ser tachado de traidor, basura o corrupto, sino que tiene la misma legitimidad de origen que Milei y, por ende, el pleno derecho de expresar su opinión y actuar en consecuencia.
Milei ya no es un panelista televisivo o un influencer en redes sociales. Ocupa desde el 10 de diciembre de 2023 una posición constitucional como presidente de todos los argentinos. Por tanto, se espera de él rigurosidad en sus análisis, inteligencia emocional, madurez y prudencia en sus expresiones. Dadas las repercusiones y consecuencias de sus palabras, debido a su investidura presidencial, existe un riesgo real de que algunos de sus comentarios puedan incitar a la violencia.
Desde una perspectiva institucional democrática y republicana, la falta de tolerancia y respeto hacia el otro, así como las expresiones descalificativas de Milei, son altamente preocupantes y merecen una firme condena.
- El peligro de la “bukelizacion” de la política
Este peligro se extiende rápidamente por América Latina y Argentina no está exenta de caer bajo su influjo. Según esta visión, la democracia tradicional es lenta, incompetente y corrupta, mientras los partidos y la clase política tradicional son despreciables. En su lugar, propone la sustitución de la democracia representativa por la “eficracia”, privilegiando los resultados sobre los principios y procedimientos democráticos. Esta idea encuentra eco en una preocupante tendencia, evidenciada en encuestas como la realizada por Latinobarómetro en 2023, donde el 54% de los latinoamericanos entrevistados manifestaron su disposición a vivir en un régimen no democrático si resolvía sus problemas.
El modelo busca someter todos los poderes del Estado bajo el férreo control del Ejecutivo para, como señaló Bukele con satisfacción y orgullo la noche del 4 de febrero, cuando autoproclamó su reelección inconstitucional, construir en su país la primera “democracia de partido único” (sic).
- El déficit de la cultura política argentina
Nuestra tercera encuesta sobre Cultura Constitucional de octubre de 2023, realizada por Antonio María Hernández, Eduardo Fidanza y mi persona, alerta sobre el déficit de cultura política democrática en Argentina y sus potenciales peligros.
Los datos de la citada encuesta son reveladores y preocupantes. En un plano abstracto, se mantiene alta la preferencia de los argentinos por el sistema democrático, aunque uno de cada cuatro está de acuerdo, a nivel personal, en que a veces un gobierno autoritario es mejor que uno democrático. Esta opinión se incrementó seis puntos respecto de la encuesta de 2014, regresando a valores similares a los obtenidos en 2004.
Muy distintas son las opiniones cuando se evalúa la eficacia de la democracia en relación con las necesidades concretas de las personas y las familias. A propósito de esto, y confirmando las tendencias observadas en la región, el estudio muestra que casi tres cuartas partes de los argentinos evalúan negativamente la eficacia del sistema. El 72 por ciento de los encuestados expresa su insatisfacción con el funcionamiento de la democracia en el país.
El hallazgo más dramático de nuestro estudio señala, similar a la tendencia regional, que la mitad de los argentinos preferirían un gobierno no democrático, si este solucionara sus problemas. Clara, y desafortunadamente, la sociedad está profundamente dividida en esta cuestión, por nivel educativo y socioeconómico: dos tercios de los sectores bajos prefiere resignar el sistema si no resuelve sus dificultades.
Al comparar la cifra con la registrada entre los sectores medios y altos, la diferencia es evidente: 50 por ciento entre los primeros y apenas 25 por ciento entre los segundos, es decir, 17 y 42 puntos menos que lo manifestado por los sectores bajos (67%).
- La irrupción de los líderes PAPA
Este déficit de cultura política, tanto en Argentina como en el ámbito regional latinoamericano combinado con la incapacidad de muchas de nuestras democracias para satisfacer las demandas ciudadanas de manera oportuna y eficaz (falta de delivery), ha generado un terreno fértil para la emergencia de líderes que denomino PAPA: personalistas, anti-sistema y anti-política, populistas y con rasgos autoritarios.
Para lograr resultados rápidos, estos líderes buscan concentrar poder en la figura presidencial, descalificar a los opositores, deslegitimar las instituciones de la democracia representativa, y profundizar la polarización a través de las redes sociales.
Desde que asumió su cargo el pasado 10 de diciembre, Milei ha aplicado varios de estos principios: deslegitimar las instituciones de la democracia representativa calificando al Congreso “nido de ratas”, descalificar a la oposición llamándolos “políticos de mierda” (sic), mostrar poca tolerancia hacia quienes piensan diferente, calificándolos de basura, corruptos o traidores, jugar en los bordes de las reglas democráticas y tensar la política al extremo.
Como señala el periodista Claudio Jacquelin, en su columna del diario La Nación, acerca del temerario estilo del presidente Milei: “La apuesta al desorden político, sin temor al caos, es la impronta de la hora oficial, con la ilusión de imponer el nuevo orden mileista”.
Coincido. Los resultados positivos que el gobierno ha logrado en estos primeros dos meses en materia económica (entre otros, reducción del gasto público, superávit fiscales, baja del dólar mercado y futuro, suba de bonos y acciones, apoyo del FMI y del gobierno de los Estados Unidos a su programa de ajuste) arriesgan complicarse ante la ola de paros que se avecinan debido al impacto económico negativo -marcado deterioro del poder adquisitivo de los salarios y jubilaciones- y sociales de varias de estas medidas y a la pulseada que mantiene actualmente en el Congreso -donde está en minoría en ambas Cámaras- así como con un importante número de gobernadores. Este conflicto se agudizó ayer debido al fuerte enfrentamiento entre Milei y el gobernador de la provincia de Chubut, Ignacio Torres, con consecuencias potencialmente graves para la relación gobierno nacional- gobiernos provinciales en un país federal. Tampoco hay claridad hasta cuando la sociedad argentina estará dispuesta a seguir dándole un voto de confianza si las mejoras -disminución de la inflación, recuperación gradual del poder adquisitivo de los salarios y jubilaciones, reactivación económica y generación de empleo de calidad- no se comienzan a ver en los próximos tres a seis meses.
En resumen: el riesgo de que el Gobierno de Milei, si continúa actuando de este modo, degenere de un “liderazgo avasallante” (Mario Riorda) a uno de tipo autoritario es real. Algunos de sus ministros tampoco se quedan atrás. Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, se reunió con el presidente Bukele, a quien
están llevando adelante”. Este modelo incluye un control concentrado de los poderes del Estado en manos del Ejecutivo, detenciones masivas arbitrarias, violaciones de los derechos humanos, la prolongación del estado de excepción por dos años consecutivos con renovaciones mensuales, la cooptación del Poder Judicial, del fiscal general y de la Sala de lo Constitucional, construcción de “mega-cárceles”, la persecución al periodismo independiente, la reelección inconstitucional, y un manejo sofisticado de la comunicación vía redes sociales que incrementan los niveles de polarización tóxica de la sociedad y buscan convertir a El Salvador en una democracia de partido único, según las palabras de Bukele. ¿La ministra Bullrich que, durante la campaña electoral en su condición de candidata presidencial de Juntos por el Cambio, defendió con pasión una democracia republicana para la Argentina está consciente del alcance de sus afirmaciones o realmente planea adoptar el modelo autoritario de Bukele?.
Recordemos que no hay democracia sin demócratas; una verdad que deberían tener presente tanto el presidente como sus ministros, quienes deben reflexionar seriamente sobre su actuar, sus convicciones democráticas y republicanas y sus expresiones. No coincido con el presidente cuando señala que: “Me importan un carajo los forros (idiotas) que ponen las formas por sobre el contenido”. La experiencia política comparada muestra que está equivocado. En democracia, las formas son tan importantes como la sustancia, y los resultados deben alcanzarse siempre respetando las reglas y procedimientos democráticos, no violándolos ni ignorándolos. El presidente Milei y sus ministros deberían tomar nota. Los argentinos también.
El radar político
En la región, la semana estuvo marcada por el reto de la gobernabilidad:
La gobernanza mundial ha sido el tema central de la cumbre de cancilleres del G20 que ha tenido lugar en Brasil con Lula da Silva como anfitrión. Pese a las polémicas declaraciones de Lula comparando a Israel con Hitler, EE.UU. ha tratado de acercarse al líder brasileño. Antony Blinken (el secretario de Estado de Biden), por un lado, criticó esas palabras de Lula, pero por el otro ha tendido puentes con Brasilia y ha alabado la gestión del brasileño en el conflicto entre Venezuela y Guyana dirigida a bajar la tensión y lograr un acercamiento. El pulso entre EEUU y Rusia ha vivido esta semana un nuevo capítulo en Latinoamérica con la gira de Blinken por Brasil y Argentina y la del canciller ruso, Sergei Lavrov por Cuba, Venezuela y Brasil. Además, Estados Unidos ha llamado a algunos de sus aliados y socios internacionales a fin de conseguir un fuerte apoyo para echar a andar una fuerza de seguridad internacional respaldada por la ONU y cuyo objetivo es hacer frente la gravísima crisis que atraviesa Haití.
En Argentina, el presidente Javier Milei recibió esta semana un fuerte espaldarazo a su programa de ajuste económico tanto de parte del FMI como del secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken quien después de su visita a Brasil (reunión G20) llegó a Buenos Aires para “profundizar los lazos” y “aumentar el comercio”. La visita del jefe de la diplomacia estadounidense, tuvo lugar horas antes de que Milei viaje a Washington para participar en la Conferencia Política de Acción Conservadora, la gran reunión de la derecha radical americana, que tendrá como protagonista al expresidente Donall Trump.
En Colombia, Gustavo Petro ha tratado de reactivar su gobierno llamando al seno de su gobierno a su antigua mano derecha Laura Sanabria. Una reactivación de la agenda reformista que se puede ver obstaculizada por una nueva ruptura del proceso de paz con el ELN. Además, el plan de paz atraviesa un momento muy complejo. El ELN ha suspendido el diálogo de paz y acusa al ejecutivo de violar lo pactado. Por su parte, la paciencia del mandatario con el Clan del Golfo se ha agotado luego de que la semana pasada una emboscada este grupo matara a cuatro militares en Segovia, en el nordeste de Antioquia. Frente a ello Petro ha lanzado un ultimátum: “Si no son capaces desmantelarse, como lo hemos solicitado, serán destruidos por el Estado”. El ministro de. Defensa señaló que se pueden retomar bombardeos bajo las condiciones especiales que ha dispuesto el gobierno nacional, como que no haya menores de edad en la zona.
En Venezuela, el régimen autoritario busca fortalecer la gobernabilidad aumentando la represión. El fiscal general, Tarek William Saab, acusó a la activista de derechos humanos Rocío San Miguel de ejercer labores de espionaje, de usar información estratégica del Estado venezolano y de tener conocimiento y formar parte de una conspiración militar descubierta por las autoridades, denominada Brazalete Blanco. Por su parte, el lunes 19, Maduro confirmó que el sábado 17 se había materializado la expulsión de los 13 funcionarios de la oficina del Alto Comisionado para los derechos humanos que operaban en el país, añadiendo: “Hasta que no rectifiquen, pidan perdón y se pueda restablecer una relación de respeto, esa oficina técnica no volverá a Venezuela”.
En Perú, que ha tenido cinco presidentes en seis años, parece perfilarse la continuidad de la presidenta Dina Boluarte después de que Alberto Fujimori declaró que el fujimorismo está comprometido con que la mandataria llegue a 2026 y no haya elecciones anticipadas. De todas formas, la alta fragmentación partidista en este país y la volatilidad de las alianzas abre la puerta a que esta presunta estabilidad pueda verse comprometida a medio plazo.
Obtener esa gobernabilidad es lo que busca Bernardo Arévalo en Guatemala en su gira por Europa. Un viaje que la ha llevado a Alemania, Francia, Bélgica, Suiza y España y donde la UE ha firmado un memorando de entendimiento por el que Bruselas ratifica su intención de “reforzar” los lazos con la Guatemala de Arévalo. Este memorando muestra la voluntad “clara y firme” de la UE de apoyar la democracia en Guatemala que ha corrido serio peligro por los intentos del “pacto de corruptos” dirigidos a impedir la toma de posesión de Arévalo. Este apoyo de la UE llega en un momento clave, cuando el inicio de la primavera democrática, como bien alerta El País, está por ahora bloqueado por errores propios del nuevo gobierno y por la permanencia de funcionarios asociados al “pacto de corruptos”.
La gobernabilidad en nuestra región está fuertemente amenazada, entre otros, por el crimen organizado. Y el juicio que ha comenzado esta semana en Nueva York contra el expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, pone en evidencia la capacidad de los cárteles de penetrar en los Estados y la debilidad de las instituciones de algunos países para contener la expansión. Un tribunal federal en Nueva York reveló cargos en su contra por narcotráfico y posesión de armas. El Departamento de Justicia de EE.UU. afirmó que Hernández, extraditado en 2021, “participó en una conspiración corrupta y violenta de narcotráfico para facilitar la importación de cientos de miles de kilogramos de cocaína a Estados Unidos”.
El radar electoral
En El Salvador, se oficializaron los resultados de las elecciones presidenciales y legislativas del 4 de febrero tras dos semanas de un recuento lleno de fallas técnicas y mucha opacidad institucional. Incluso, la OEA expresó su preocupación por la demora y falta de uniformidad del escrutinio. Los resultados confirmaron que Nayib Bukele, que obtuvo el 84.6 por ciento de los votos, obtuvo su reelección inconstitucional y tendrá el poder absoluto y sin contrapesos: 54 de los 60 escaños en la Asamblea y el poder judicial cooptado. Una vez aparentemente controlado el tema de la inseguridad, el gran reto de Bukele es afrontar la situación económica marcada por un creciente coste de la vida que golpea a la población más vulnerable. En un país dolarizado el margen de acción de Bukele es más reducido y la apuesta por el bitcoin genera incertidumbre. Su popularidad conseguida con la aparente victoria sobre las maras podría verse mermada si en economía su gestión no da resultados.
En Panamá, el expresidente Ricardo Martinelli sigue sumando tensión política a la campaña electoral. La coyuntura política electoral panameña ha experimentado una serie de hechos de gran voltaje este jueves en relación con la situación del candidato presidencial y ex Pdte. Ricardo Martinelli quien se encuentra asilado en la embajada de Nicaragua en Panamá.
Un tribunal panameño ordenó la detención preventiva del expresidente Martinelli (2009- 2014), tras ser condenado a más de 10 años de prisión por blanqueo de capitales en el caso conocido como ‘New Business’. Además, se sumó una segunda petición de arresto relacionada con el caso Odebrecht, por el que el expresidente panameño irá a juicio. De momento Martinelli no ha sido inhabilitado por la justicia electoral ya que la sentencia condenatoria aún no está firme, pero todo indica que la inhabilitación es inevitable (en virtud del artículo 180 de la Constitución Política) y se producirá en los primeros días de marzo una vez que la sentencia haya quedado firme.
La reciente encuesta de Marketing Group sobre los comicios del 5 de mayo, muestra que Ricardo Martinelli sigue teniendo la mayor intención de voto (40% de los votos válidos) muy por encima de Ricardo Lombana (11%) -centroderecha-, Martín Torrijos (9%) – centroizquierda- y Ricardo Roux (9%) -derecha-. Sin Martinelli en la carrera electoral existe un empate entre Lombana (17%), Roux (16%), Zulay Rodríguez (14%) – independiente- y Torrijos (13%) con José Ramón Mulino más lejos con el 11%.
En Uruguay, la encuestadora Cifra presentó este martes los resultados de su última encuesta de intención de voto de cara a las internas. Los resultados muestran que el precandidato preferido por quienes hoy votarían al Partido Nacional es Álvaro Delgado (mano derecha de Lacalle Pou), con el 50% de los votos. En el Frente Amplio se destaca con el 47% Yamandú Orsi, frente al 23% a Carolina Cosse. En el Partido Colorado, el favorito es Roberto Silva.
En la República Dominicana, el pasado domingo 18 de febrero, tuvieron lugar las elecciones municipales. A continuación, presentamos los diez puntos clave de estas basado en la observación electoral que hicimos en el país caribeño.
- La Junta Central Electoral (JCE) demostró un excelente desempeño en la organización de las elecciones, siendo reconocida tanto por misiones de observación nacionales como internacionales. Este logro es especialmente significativo tras los desafíos enfrentados en elecciones anteriores como en las generales de 2016 y, sobre todo, en las elecciones municipales de 2020. En efecto, el desempeño encomiable de la JCE logró superar el trauma municipal de febrero de 2020 (cuando las elecciones debieron suspenderse a las pocas horas de iniciada la jornada electoral y luego celebradas al mes siguiente) y deja a la órgano rector electoral muy bien posicionado y dotado de la confianza ciudadana para organizar las elecciones generales del 19 de mayo. Felicitaciones al presidente de la JCE, Dr. Román Jáquez, a los cuatros miembros titulares del pleno, y a todo el personal por su compromiso y profesionalismo. Un reconocimiento especial merece la exitosa transmisión de resultados que ayudó a generar, con información oportuna y precisa, confianza y seguridad.
- La jornada electoral transcurrió mayormente con normalidad, a pesar de algunos incidentes y violaciones a la ley electoral señalados por observadores nacionales (Participación Cívica) e internacionales (MOE OEA) que sin embargo no afectaron ni la credibilidad ni la legitimidad de las mismas. Dichos grupos incluyeron en sus respectivos informes de observación una serie de recomendaciones dirigidas a subsanar estos incidentes y violaciones. El presidente de la JCE ha expresado que dichos informes serán rigoruosamente analizados por la JCE y que la misma adoptará todas estas recomendaciones de cara a las elecciones generales (presidenciales y legislativas) del 19 de mayo de este año,
- En efecto, camino a las elecciones de mayo, la JCE, los partidos y el gobierno deben abordar de manera conjunta y colaborativa varios aspectos críticos para garantizar la transparencia, integridad y equidad del proceso electoral. Entre ellos, destacan los siguientes cuatro: 1) la alta abstención, 2) descarado nivel de compra de votos, 3) el uso indebido de recursos estatales con fines electorales y 4) la entrega tardía del financiamiento público a los partidos.
- La abstención fue notablemente alta, alcanzando el 53.33%, incluso superando los niveles registrados durante todas elecciones municipales anteriores. De las 8.105.151 personas habilitadas para votar solo lo hicieron 3.775.587 (46.67%). O sea, 4.329.564 de dominicanos habilitados para votar le dieron la espalda al proceso. El bajo nivel de participación electoral se convirtió en la novedad de estas elecciones. La tendencia es a un aumento de la abstención: en 1998 fue de 48%, en 2002 de 49%, en 2006 cayó a 42%, en 2010 subió al 44% y en 2020 (época de pandemia) escaló al 50.9%. Este fenómeno evidencia la grave crisis de representación que aqueja al sistema político dominicano y demanda una reflexión urgente y rigurosa, especialmente considerando que en las diez ciudades con el mayor número de electores inscritos la abstención fue del 60.8%. En algunos lugares la abstención alcanzó cifras alarmantes: en Santiago el 67.92%, en Santo Domingo Este el 66.47% y en el Distrito Nacional el 63.19%.
- La compra de votos, una práctica perniciosa arraigada en la cultura política dominicana, volvió a manifestarse con fuerza durante estas elecciones. Es necesario implementar medidas efectivas para erradicar esta práctica y garantizar la transparencia del proceso electoral.
- En cuanto a los resultados, el Partido Revolucionario Moderno (PRM) emergió como el claro ganador, consolidando su posición como partido dominante en el sistema político dominicano. Con 1.747.822 votos (49% de los electores que participaron) ganó en 30 de las 32 provincias, y obtuvo 121 alcaldes de 158 (40 más que en las elecciones de 2020 y quedándose con las grandes plazas), reafirmando su liderazgo en el escenario político que inició con el triunfo obtenido en las elecciones generales de 2020. Pero un análisis más desagregado muestra que el PRM, pese a su claro triunfo, solo obtuvo el 21% de los votos emitidos.
- Por su parte, la alianza Rescate RD no logró los resultados esperados. El Partido de la Liberación Dominicana (PLD) se posicionó como el principal partido de oposición, obteniendo 786,785 votos (22% de los votos emitidos), 15 alcaldes (perdieron 45 respecto de 2020) y 150 distritos municipales. La Fuerza del Pueblo, el nuevo partido de Leonel Fernández ocupó el segundo lugar con 520352 votos (15%) y 6 alcaldes. Si bien aumentó su caudal de votos y el número de alcaldías estuvo muy debajo de los resultados que esta fuerza esperaba. Por su parte el PRD quedó rezagado dentro de la alianza en un distante tercer lugar con apenas 86496 votos (2%). Los tres juntos acumulan 39%, o sea 10% por detrás del PRM.
- La oposición ha criticado con palabras fuertes el uso abusivo de recursos estatales por parte del PRM durante la campaña electoral. El secretario general del opositor PLD dijo que “con el triunfo del PRM se enferma y se prostituye la democracia en la República Dominicana”. El ex presidente Fernández y líder de la Fuerza del pueblo denunció en un discurso el jueves en la noche acusó al gobierno de forzar la abstención masiva en los comioso y solicitó a la JCE adoptar medidas efectivas para impedir la compra de votos y uso de recurso públicos en las elecciones generales del 19 de mayo. Por su parte, el oficialismo ha rechazado de plano las citadas críticas, señalando que esta práctica era común en todos los gobiernos anteriores. Esta denuncia destaca la importancia de que la JCE adopte con urgencia todas las medidas necesarias que garanticen una competencia transparente y equitativa en las elecciones generales de mayo.
- Ante estos resultados municipales, surge la pregunta clave sobre si la elección presidencial está definida a favor del PRM o si la oposición aún conserva posibilidades en las elecciones generales de mayo.
Para el PRM, la reelección del presidente Luis Abinader y una mayoría parlamentaria parecen seguros a la luz de los buenos resultados obtenidos, mientras que la oposición enfrenta el desafío de definir sus estrategias rápidamente ya que el período para armar alianzas cierra el martes 27 después de la extensión que la JCE concedió a los partidos el pasado jueves. El plazo original era el viernes 23.
La campana electoral de los próximos tres meses será intensa. La movilización de los mas de 4 millones de electores que el domingo pasado decidieron abstenerse será clave para lograr el triunfo en mayo.
Otro factor crítico es determinar si la oposición logrará renovar el discurso político y ofrever al electorado una propuesta atractiva y convincente. A ello debe sumarle la capacidad de articular una verdadera y autentica alianza (un abrazo de reconciliación entre Leonel Fernández y Daniel Medina que selle ese pacto) de cara a la primera vuelta presidencial y respecto de las elecciones legislativas y, de lograrlo, quien encabezaría la fórmula presidencial. O si el PLD y la FP optarán por enfrentar la elección presidencial con candidaturas separadas.
El PRM parte como el favorito pero no tiene asegurado su triunfo en mayo. Sin embargo, si la oposición no logra unirse de manera convincente le estará sirviendo en bandeja de plata la reelección al presidente Abinader.
10. En resumen, las elecciones municipales en la República Dominicana con sus luces y sombras han sido un hito importante en el proceso electoral del país. Sin embargo, es necesario abordar con urgencia y rigurosidad los desafíos identificados -especialmente en relación con las cuatro cuestiones críticas arriba analizadas y ciertos ajustes organizativos en el ámbito de la JCE- para garantizar la transparencia, integridad y equidad de las elecciones generales del 19 de mayo y con ello fortalecer la democracia en el país.
Posterior a las elecciones generales, República Dominicana deberá llevar a cabo un proceso profundo de revisión y reflexión en materia de reformas político- electorales, entre ellas, además de los cuatro cuestiones clave arriba mencionadas (en el punto 3) cómo fortalecer la participación de las mujeres en la política, la paridad de género y la lucha contra la violencia política a las mujeres; si mantener o no las elecciones municipales separadas de las elecciones generales (cada vez es mayor el número de voces que piden una unificación); y si mantener o no la elección de regidores usando el voto preferencial.
La entrada Radar Latam 360: los hechos relevantes en América Latina (semana 19 al 24 de febrero) aparece primero en López-Dóriga Digital.