CIUDAD DE MÉXICO.- La violencia en la ciudad de Culiacán, Sinaloa, ha cobrado una nueva vida: la del tiktoker José Carlos “N”, conocido en redes sociales como “El Chilango“, asesinado la noche del pasado sábado 19 de octubre.
De acuerdo con información proporcionada por la Secretaría de Seguridad Pública del estado, el ataque se llevó a cabo frente a una estación de gasolina y una sucursal bancaria en la calle Tachichilte, una de las principales vías del fraccionamiento Isla Musala.
Durante el suceso, el creador de contenido se encontraba vendiendo dulces en el camellón de la avenida, momento en el que dos individuos, que se trasladaban en una motocicleta, lo atacaron a balazos.
Tras el ataque, los agresores lograron escapar, eludiendo la vigilancia de la Guardia Nacional, quienes se encuentran vigilando la zona.
¿Quién era “El Chilango”?
José Carlos, tiktoker conocido como “El Chilango”, compartía videos en su perfil de TikTok, donde cuenta con más de 4 mil seguidores, relacionados a su vida diaria y a su trabajo como vendedor de dulces en las calles de Culiacán.
Sin embargo, su contenido iba también más allá de la simple cotidianidad; pues en algunos hacía referencias a la facción conocida como “Los Chapitos”, y al narcotraficante Joaquín, “El Chapo”, Guzmán.
@josecarloslopez8315 PARA MI MEJOR AMIGO
Asimismo, en sus grabaciones solía utilizar emojis de rebanadas de pizza, los cuales hacen referencia a la facción de “Los Chapitos.”
Además, en uno de sus clips, el creador de contenido apareció acompañado por el youtuber Markitos Toys, quien hace poco más de un mes, la periodista Anabel Hernández lo señaló de tener vínculos con los herederos de Guzmán Loera.
La violencia en Culiacán se llevó otra vida, la de «El Chilango», un tiktoker muy popular en redes sociales. ¡Qué tristeza!
En la nota se menciona que un tiktoker llamado «El Chilango» fue asesinado en Culiacán, Sinaloa. Otra víctima más de la violencia en la ciudad. ¡Qué sorpresa!
El Chilango, un tiktoker muy famoso en las redes sociales, fue asesinado en Culiacán, Sinaloa. ¡Qué sorpresa! La violencia en México nunca termina.