Investigadora de la UNAM analiza el panorama de la relación bilateral
MÉRIDA.- El término aranceles gusta mucho a Donald Trump como parte de su discurso terrorista; sin embargo, no es un concepto nuevo dentro de la diplomacia económica del vecino país, que esta vez tiene a México como prioridad.
Tampoco es viable aplicarlos a todos los productos, ya que por la integración de las cadenas de producción podrían resultar afectados intereses estadounidenses, explicó la doctora Mariana Aparicio Rodríguez, coordinadora del Observatorio de la Relación Binacional México-EE.UU. de la UNAM.
“Trump en lo particular es súper fan de los aranceles..., es una palabra que le gusta muchísimo. La lógica del terrorismo de ‘te voy a aplicar un arancel’. Esto da cuenta de una política proteccionista de la industria interna”.
Según la entrevistada, los aranceles son uno de los instrumentos que tiene una economía para hacer que otra modifique su comportamiento político. Su objetivo es hacer el mayor daño posible al país al que se le pone.
“Los aranceles van a ser parte integral de la diplomacia económica de Estados Unidos para modificar el comportamiento político de México, como un mecanismo de coerción. Queda por ver cómo será el accionar del Estado mexicano. La presidenta en las mañaneras ha establecido claramente que México va a cooperar con Estados Unidos pero que nosotros somos soberanos en toma de decisiones”, declaró la analista.
“Esta vez México está en número uno de prioridad en la agenda de Estados Unidos. No sé si queríamos seres en un nivel de prioridad y atención, pero eso obliga a tener una estrategia distinta”, consideró.
Aranceles a México
Donald Trump anunció que a partir de hoy se aplicaría un arancel del 25% a los productos mexicanos que ingresen a Estados Unidos. Sin embargo, la investigadora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales detalla que eso es bastante complejo, porque hay una integración de las cadenas regionales de valor con México y con Canadá; es decir, también hay intereses estadounidenses de por medio.
“Un arancel tiene sentido político en tanto se imponga a sectores específicamente seleccionados para generar el mayor daño económicamente posible al país al que se le aplica, pero el menor daño posible a la cadena de valor en la está involucrada alguna inversión de Estados Unidos“.
La doctora en Ciencias Sociales señala el presidente estadounidense llega con un discurso planeado en el que temas como la atracción de empleos, la reindustrialización y la remanufactura van dirigidos al sector medio bajo y medio de la población.
“Pero en realidad su gobierno está lleno de la élite económica. Hay una contradicción entre el electorado que lo llevó al poder y el poder económico real que lo llevó al poder. Es interesante cómo esta contrariedad de intereses de clase se va a reflejarse en la política”.
Diplomacia económica de Estados Unidos
La también maestra en Sociología recuerda que la diplomacia económica de Estados Unidos tiene mucho tiempo atrás, “hay presidentes que lo hacen mucho más evidente y otros no tanto”. “Los aranceles son el mecanismo de coerción, pero también hay incentivos económicos que tienen como objetivo la modificación del comportamiento político, eso puede ser un acuerdo de libre comercio o las ayudas económicas”.
Sobre el Acuerdo de Libre Comercio, cuya revisión está programada para 2026, “puede ser que (Trump) diga ‘vamos a renegociarlo porque ustedes siguen abusando de nosotros’. Eso también es parte de la diplomacia económica”, explica.
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La catedrática, cuya tesis doctoral fue una revisión de los efectos del TLCAN, agrega que Estados Unidos sabe que México depende del comercio con ellos, “entonces un no acuerdo de libre comercio implica que en el corto plazo en México sí haya problemas económicos; pero igual para ello, porque estamos integrados regionalmente y porque además hay otros países que también tienen un proceso de regionalización interesante”.
Desde la perspectiva de la administración Trump, el secretario de Comercio y el representante comercial de la Casa Blanca, ambos tienen un perfil de proteccionista. “Durante su primera administración le apostaron al bilateralismo y no al multilateralismo, totalmente contrario a lo que el presidente Biden buscó construir en la política externa de Estados Unidos”, explica la politóloga.
Geopolítica de Donald Trump
Mariana Aparicio también habló sobre otros anuncios de Donald Trump como el tema de modificar el nombre del Golfo de México o la “muy preocupante” estrategia de reincorporación de nuevos territorios.
“Ahora estamos nuevamente ante una geopolítica, en la que entre más territorio tenga más poderoso soy. En ese sentido llama mucho la atención la estrategia en contra de China, la cual está poniendo en aprietos a nuestro país, ya que hay una demanda de que México triangula el comercio con China”.
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La experta también detalló que la contención a China ha ido modificándose a lo largo de décadas, desde la guerra arancelaria hasta lo que tiene que ver con la tenencia de espacio físico, “entonces no es extraño el tema de Groenlandia y su anexión”.
Según la especialista, Donald Trump tuvo cuatro años para pensar qué es lo que hará. “Es lo que estamos viendo en el tema migratorio. Nadie puede acusar al presidente Trump que no está haciendo lo que dice la Constitución en términos de la migración”.
Donald Trump, con un discurso preparado
“Es un presidente que ya conoce lo burocrático, que quedan claros sus intereses, hacia dónde va su política y que necesita mostrar resultados muy pronto, aprovechando que tiene mayoría; además de que tiene por delante las elecciones de medio término, que pueden darle continuidad a su proyecto o tener una complicación”, explica la doctora.
“Creo que el mensaje fue muy claro desde el discurso inaugural, lo más importante para Estados Unidos es su seguridad… La emergencia de seguridad en la frontera sur fue el punto uno de su discurso, porque decir que hay un peligro en la frontera, sumado a que los migrantes son invasores (en sus palabras) permite que haya una estrategia de seguridad nacional, que las Fuerzas Armadas vayan a la frontera sur y que pida mayores recursos económicos al Congreso. Todo está finamente pensado, hay una estrategia en cada orden ejecutiva”, detalla la socióloga.
El discurso es, agrega, “estamos en emergencia porque hay invasores. Necesitamos más seguridad en la frontera porque tenemos invasores”.
La analista señala que todo esto tiene que ver también con un discurso inaugural de “si sobreviví a ese atentado es porque Dios tiene un proyecto para mí y para Estados Unidos”. Es un discurso “ampliamente populista, mesiánico, el destino manifiesto de Estados Unidos y su excepcionalidad”.
Donald Trump, con mayorías
“Es un presidente que llega con el apoyo en los ciudadanos estadounidenses. Tiene la mayoría en ambas cámaras, también la Suprema Corte de Justicia y para el ciudadano promedio estadounidense, sobre todo la clase media, media baja, es muy importante nuevamente sentirse seguro”.
En este punto, para la investigadora también es importante identificar conforme pasen los días cuál es la reacción de los ciudadanos estadounidenses a las políticas conservadoras.
Otro asunto fundamental tiene que ver con el crimen organizado y el fentanilo, “un tema importante en la administración de Biden y de los temas domésticos que tiene la relación de México con Estados Unidos”.
¿Cómo será la relación México- EE.UU.?
Sobre la relación México-Estados Unidos, la entrevistada considera que será compleja, “con fricciones importantes, sobre todo por que México depende altamente del comercio con Estados Unidos”.
“Sin lugar a duda va a ser un gran reto, pero no es una cuestión única de Donald Trump. La relación México-Estados Unidos está plagada de muchas complejidades. Hay momentos de avance, otros de retrocesos, que forman parte de la vecindad propia, pero por supuesto con un discurso confrontativo que no es nuevo para los mexicanos y su política”.
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La doctora Aparicio recordó que Trump tuvo una muy buena relación con el presidente López Obrador, “pero no queda muy claro cuál será la relación con la nueva administración de Claudia Sheinbaum, donde ambos comparten fortaleza política. Ambos tienen mayoría en sus congresos, ambos tienen un discurso nacionalista, ambos buscan su propia soberanía y su interés nacional”.
Según la analista, nos rigen los principios de Política Exterior Mexicana que están en la Constitución y cada administración le da su sello. “Yo esperaría que la presidenta Sheinbaum tenga un sello muy personal en la relación con el presidente Trump”.
¿Qué hará México en política exterior?
“Los tiempos hoy son distintos. No es lo mismo este presidente Trump que el anterior… Este tiene mucho más claros los límites institucionales, conoce mucho la ley. Tiene un proyecto muy definido y claro, con actores que van a ser determinantes en su administración”, detalla la investigadora.
“En México tenemos una presidenta que tiene un proyecto claro de seguimiento de la cuarta transformación, donde al menos el mensaje inicial sobre de política exterior fue ‘yo sí voy a salir’. Todo parece sugerir que México sí tiene interés en defender la soberanía nacional y que sí va a ser parte de las discusiones a nivel internacional del cambio climático, donde México estuvo fuera durante el sexenio anterior”.
El secretario @m_ebrard comparte datos clave sobre el impacto que tendría en el consumidor de EE.UU. ante la imposición del 25% de aranceles a las importaciones desde México.
¿Qué efectos tendría esta medida en los precios y el comercio? pic.twitter.com/8qC29QplRu
— Economía México (@SE_mx) January 31, 2025
“También es un México que la apuesta al desarrollo interno y a la atracción de capital para el desarrollo interno. Entonces sí me parece que vamos a ver rasgos muy característicos de la Presidenta en política exterior”, agrega la estudiosa.
¿Qué harán los mexicanos?
Mariana Aparicio recordó que en marzo son los alegatos finales de la Suprema Corte sobre la demanda de México sobre prácticas negligentes de las empresas armadoras.
Es parte de esfuerzo de la Cancillería y el Servicio Exterior para dar cuenta a la sociedad mexicana y a los usuarios estadounidense de que las armas que están en México y que producen violencia vienen de los Estados Unidos. Es un esfuerzo del gobierno mexicano de decir hay un problema y ustedes también forman parte del problema”.