
1 SEPTIEMBRE 2025- INTERNACIONAL- El presidente de Rusia, Vladímir Putin, llegó a China en una visita de Estado que ha captado la atención global. Su presencia en la cumbre de seguridad regional en Tianjin se da en un momento decisivo para las negociaciones sobre la guerra en Ucrania. La cumbre, que reúne a más de una docena de líderes de naciones del llamado Sur Global, es una clara muestra de unidad y busca consolidar un nuevo orden multipolar en la seguridad regional. La visita inusualmente larga de cuatro días del líder ruso a su aliado más importante subraya la importancia de esta reunión.
El encuentro, que incluye a figuras como el primer ministro de la India, Narendra Modi, y el presidente de Irán, es visto por los analistas como un posible desafío a la influencia de Estados Unidos en temas de comercio y conflictos. Una de las cuestiones clave para Putin será alinear las posturas de Moscú y Pekín sobre el conflicto en Ucrania. A pesar de que China se presenta como un mediador neutral, su acercamiento a Rusia ha sido evidente desde el inicio de la invasión en 2022.

Desafíos a la neutralidad y relaciones estratégicas
La postura de China como mediador neutral en la guerra de Ucrania ha sido cuestionada, incluso por el propio presidente ucraniano Volodímir Zelenski. Zelenski ha rechazado la posibilidad de que China actúe como garante de seguridad en un futuro acuerdo de paz, argumentando que ha apoyado a Rusia, entre otras cosas, al abrir el mercado de los drones. Este comentario pone de manifiesto la complejidad de la seguridad regional y la desconfianza que existe en torno a la verdadera posición de Pekín en el conflicto.
En la víspera de su llegada, Putin elogió las relaciones entre Rusia y China, afirmando que han alcanzado un «nivel sin precedentes». El mandatario ruso destacó los aspectos estratégicos y económicos de la asociación, señalando que esta alianza es un pilar para ambos países en el panorama geopolítico actual. La estrecha relación entre estas potencias es un factor crucial en el reordenamiento del poder global y en la forma en que se abordarán los conflictos en el futuro.

El hecho de que la cumbre se celebre días antes del 80 aniversario de la rendición de Japón en la Segunda Guerra Mundial añade una capa de significado histórico y simbólico. La presencia de Putin y una rara aparición de Kim Jong-un de Corea del Norte en la ceremonia conmemorativa en Pekín subraya una clara alianza estratégica y geopolítica en Asia. Este evento no solo es una celebración del pasado, sino también un mensaje sobre las alianzas y las intenciones futuras de estos países frente a Occidente. La seguridad regional se reconfigura y Occidente debe observar con atención estas movidas.