El presidente de Rusia, Vladimir Putin, anunció un alto el fuego de tres días en el frente ucraniano con motivo del 80 aniversario de la victoria soviética sobre la Alemania nazi. Esta medida, dijo, es un gesto simbólico para conmemorar una fecha histórica que marcó la derrota del nazismo en Europa. El cese al fuego será entre el 8 y el 10 de mayo.
Putin aclaró que esta decisión no implica una debilidad militar ni un cambio en su postura frente al conflicto con Ucrania. Al contrario, advirtió que Moscú responderá si el ejército ucraniano decide romper esta pausa en los combates. «Si Kiev aprovecha este gesto para atacar, la respuesta será inmediata», dijo en una conferencia desde el Kremlin.
Mientras tanto, Ucrania ha pedido a Rusia un alto al fuego más extenso. El gobierno de Volodímir Zelenski propuso una tregua prolongada de al menos 30 días, con el fin de abrir un espacio para posibles negociaciones de paz o ayuda humanitaria. Sin embargo, el Kremlin rechazó esta solicitud por considerarla un intento de ganar tiempo para reagrupar fuerzas.
Analistas internacionales opinan que esta breve pausa no cambiará el rumbo de la guerra, pero podría ser vista como una oportunidad para medir la disposición de ambas partes hacia una desescalada. Sin embargo, hasta ahora no hay señales claras de que alguna de las dos naciones esté dispuesta a ceder terreno.
Desde el inicio del conflicto, han sido pocas las ocasiones en que se ha respetado un cese al fuego, y la mayoría de las treguas anteriores han sido violadas en pocas horas. Las organizaciones humanitarias piden que este nuevo intento sea aprovechado para evacuar civiles y llevar ayuda a las zonas más afectadas.
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