
El presidente Vladímir Putin aseguró este miércoles que Occidente mantiene desde hace siglos el objetivo de dividir a Rusia, recurriendo a estrategias de desinformación, provocaciones y apoyo a grupos radicales. Durante una reunión del Consejo de Relaciones Interétnicas, el mandatario afirmó que los países hostiles “están incitando conflictos internos” mediante “métodos abiertamente terroristas” para intentar socavar la unidad del pueblo ruso.
Putin advirtió que “los provocadores suelen estar radicados en el extranjero y son financiados por servicios de inteligencia occidentales”, cuyo propósito sería debilitar la cohesión nacional. Según el líder del Kremlin, se han creado “organizaciones supuestamente internacionales y centros pseudonacionales fuera de Rusia”, diseñados para promover campañas informativas que buscan erosionar la estabilidad del país.
Occidente y la idea de una «post-Rusia»
Putin denunció que en los discursos occidentales ha surgido el concepto de una llamada “post-Rusia”, una visión que describe a una nación fragmentada, privada de soberanía y controlada por potencias extranjeras. A su juicio, este discurso forma parte de un plan mayor que busca “infligir una derrota estratégica a la Federación de Rusia”. Sin embargo, el mandatario sostuvo que “Occidente ha fracasado durante siglos en este intento” y reiteró que Moscú responderá “con firmeza y coherencia” ante cualquier amenaza.
El presidente ruso destacó que el verdadero propósito de estas campañas es “romper la unidad espiritual y territorial” del país, promoviendo divisiones étnicas y culturales desde el exterior. También señaló que algunos grupos que actúan bajo el disfraz de organizaciones civiles o de derechos humanos en realidad son “instrumentos políticos” al servicio de potencias extranjeras.
La OTAN y la expansión hacia el este
En su discurso, Putin vinculó estas maniobras con la expansión de la OTAN hacia las fronteras rusas, lo que calificó como una provocación directa contra la seguridad nacional. Moscú ha advertido en múltiples ocasiones que el avance militar del bloque atlántico representa una “violación de las promesas hechas tras el fin de la Guerra Fría” y un factor clave de desestabilización en Europa.








