
23 JULIO 2025- INTERNACIONAL- La reciente aprobación de una ley anticorrupción firmada por el presidente Volodymyr Zelensky ha desatado una ola de protestas en Ucrania, en medio de fuertes críticas de ciudadanos y organismos internacionales. El texto legal transfiere el control de la Oficina Nacional Anticorrupción (NABU) y de la Fiscalía Especializada Anticorrupción (SAP) al fiscal general, lo que, según los opositores, reduce la independencia de estas instituciones. Esta decisión representa el mayor foco de descontento social desde el inicio de la invasión rusa a gran escala en 2022.
Las protestas tomaron fuerza en Kyiv, donde cientos de manifestantes se reunieron frente a edificios públicos. También hubo concentraciones en otras ciudades importantes como Lviv, Odesa y Dnipro, portando carteles con frases como «Elegimos Europa, no la autocracia». Para muchos ciudadanos, este paso es un grave retroceso en la construcción democrática y un golpe a los valores que inspiraron el Euromaidán en 2014.
Zelensky defendió la medida argumentando que era necesaria para eliminar la influencia rusa en las agencias. Señaló que la infraestructura anticorrupción había demostrado poca eficacia y que era tiempo de limpiar las instituciones. El fiscal general, Ruslan Kravchenko, ahora tiene la autoridad para reasignar o cerrar investigaciones, lo que ha encendido las alarmas sobre posibles abusos de poder y falta de transparencia.

Marta Kos, Comisaria para la Ampliación de la UE, calificó la ley como un grave retroceso, recordando que la lucha contra la corrupción es clave en el proceso de integración europea. Por su parte, el exministro de Exteriores, Dmytro Kuleba, criticó abiertamente la decisión, calificándola como un «mal día para Ucrania». Mientras tanto, los países del G7 han solicitado entablar conversaciones con Kiev para revisar el alcance de esta nueva política.