
El gobierno federal ha presentado el Paquete Económico 2026, revelando proyecciones optimistas para los ingresos petroleros del país. Según la propuesta de Ley de Ingresos de la Federación (LIF), se espera un crecimiento del 20.3% en términos reales para 2026 en comparación con el año anterior, a pesar de que el precio de referencia del crudo será más bajo. Este aumento se basa en la expectativa de un incremento en la producción de Petróleos Mexicanos (Pemex), que, según el documento, seguirá siendo la pieza central de la estrategia fiscal del país.
Precio del crudo: un panorama de incertidumbre global
El precio de referencia del petróleo para 2026 se ha fijado en 54.9 dólares por barril. Esta cifra fue calculada utilizando la metodología de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, que considera promedios de precios históricos, futuros del West Texas Intermediate (WTI) y precios de futuros con entregas en el siguiente año. Aunque el precio de referencia para la renta petrolera de 2026 es más bajo, el gobierno confía en que la producción y la estrategia de Pemex compensarán esta reducción. La volatilidad del mercado petrolero, influenciada por factores como el conflicto entre Israel e Irán y la debilidad de la demanda global, ha sido un factor clave en la determinación de este precio.
Este pronóstico también se alinea con la previsión para 2025, donde se proyecta que la mezcla mexicana de exportación (MME) se ubique en 62 dólares por barril. A pesar de que se anticipa un aumento de la oferta global de 2 millones de barriles diarios, el documento subraya que los riesgos geopolíticos, particularmente en Medio Oriente y las sanciones a Rusia, continuarán afectando la volatilidad del mercado. Esta combinación de factores indica que, si bien la producción nacional es la prioridad, el gobierno se mantiene cauteloso ante las dinámicas globales que podrían impactar el mercado del crudo y, por ende, los ingresos petroleros.

Pemex y su papel clave en la estrategia fiscal
El gobierno mexicano ha reiterado su apoyo a Pemex, manteniendo su régimen fiscal actual para 2026. Este respaldo tiene como objetivo fortalecer la posición financiera de la petrolera y sostener sus operaciones. Una muestra de este apoyo es la inyección de 12 mil millones de dólares a través de Eagle Funding LuxCo. Esta acción forma parte del Plan Estratégico 2025-2035 de Pemex, un ambicioso proyecto que busca no solo aumentar la producción de hidrocarburos, sino también modernizar la refinación, reactivar la petroquímica y adoptar tecnologías limpias.
El plan de Pemex es un pilar fundamental para el futuro energético de México. La estrategia busca alcanzar una producción de 1.8 millones de barriles diarios, un objetivo que, de cumplirse, garantizaría recursos adicionales para el país. Este logro no solo reduciría la dependencia del endeudamiento público, sino que también enviaría una señal de solidez a los mercados internacionales sobre las finanzas nacionales. Con más de 20 proyectos de exploración y producción en marcha, incluyendo yacimientos como Zama y Trion, el gobierno busca disminuir la percepción de riesgo soberano y dar mayor certidumbre a la planificación económica.
Adicionalmente, el Plan Estratégico 2025-2035 de Pemex también considera la inversión en infraestructura de distribución y almacenamiento de combustibles. La modernización de los ductos y terminales de almacenamiento es crucial para garantizar el suministro de gasolinas y diésel en todo el territorio nacional, lo que a su vez fortalece la seguridad energética del país. Esta visión integral no se limita solo a la extracción y refinación, sino que abarca toda la cadena de valor, asegurando que los beneficios de los ingresos petroleros se traduzcan en una mayor estabilidad y eficiencia para el mercado interno.
