
El senador republicano Tommy Tuberville ha generado una fuerte polémica al presentar una iniciativa para prohibir la Ley Sharia en todo Estados Unidos. Durante su discurso, acusó a los musulmanes de cometer un genocidio de cristianos, afirmando que “esta ideología viene directamente del infierno y no tiene cabida en la sociedad estadounidense”. Sus palabras fueron recibidas con aplausos de algunos sectores conservadores, pero también con duras críticas de grupos religiosos y defensores de derechos humanos.
En su intervención en el Senado, Tuberville aseguró que cualquier persona que practique la Sharia y no sea ciudadano estadounidense “debería ser deportada inmediatamente”. Según él, esta ley religiosa representa una amenaza directa para los valores del país y la libertad de culto tradicional. También cuestionó el silencio de grupos feministas y legisladores progresistas ante lo que considera “una opresión sistemática contra las mujeres en países donde se aplica la Sharia”.
Las reacciones no tardaron. El Consejo de Relaciones Islámico-Estadounidenses (CAIR) condenó las declaraciones del senador, señalando que sus comentarios promueven la discriminación religiosa y fomentan la islamofobia. Expertos en derecho constitucional advierten que cualquier intento de prohibir prácticas religiosas específicas podría violar la Primera Enmienda de la Constitución, que garantiza la libertad de religión en el país.
Organizaciones religiosas y de derechos civiles califican sus declaraciones como discriminatorias

A nivel internacional, Tuberville citó cifras sobre la persecución de cristianos en países de mayoría musulmana. En el Congreso de Estados Unidos existe una resolución que condena la violencia contra comunidades cristianas en naciones como Nigeria, donde, según informes, cientos de fieles han sido asesinados en ataques masivos. Sin embargo, organismos internacionales aclaran que esos hechos, aunque graves, no siempre califican legalmente como un genocidio.
Para dar contexto, la Comisión de Estados Unidos sobre Libertad Religiosa Internacional ha documentado casos de persecución por parte de grupos extremistas como ISIS, quienes cometieron actos genocidas contra cristianos, yazidíes y chiitas en Medio Oriente. No obstante, extender esa responsabilidad a toda la población musulmana o a la práctica de la Sharia es, según analistas, una generalización que puede resultar peligrosa.
Como valor agregado, diversos observadores políticos apuntan que discursos como el de Tuberville responden más a una estrategia electoral que a una preocupación genuina por la libertad religiosa. En un contexto de elecciones próximas, este tipo de declaraciones suele buscar el respaldo de votantes conservadores apelando al miedo y la división. Organizaciones interreligiosas han llamado a bajar el tono de la confrontación y promover el diálogo como vía para evitar más polarización.