
27 de Noviembre del 2025.- Un juez de Control ha tomado la decisión de vincular a proceso a Jorge Armando Gómez Sánchez, conocido como «El Licenciado», señalándolo como uno de los autores intelectuales detrás del trágico asesinato de Carlos Manzo. En una resolución judicial contundente, la autoridad también determinó aplicar la misma medida legal contra los siete escoltas que tenían la responsabilidad de cuidar al presidente municipal de Uruapan. Este avance marca una etapa crítica en la búsqueda de justicia para el edil independiente, cuyo ataque conmocionó a la comunidad y puso en tela de juicio los protocolos de seguridad de los funcionarios públicos en la región.
La audiencia donde se definió el futuro legal de los imputados fue maratónica, extendiéndose por 18 horas continuas hasta concluir a las 06:00 de la mañana de este jueves en el complejo judicial de Morelia. Durante la sesión, el juez Luis Fernando Díaz Parra estableció un plazo de tres meses para que la Fiscalía General del Estado pueda profundizar en las investigaciones sobre el crimen del edil. Mientras tanto, «El Licenciado», identificado como un presunto líder regional del Cártel Jalisco Nueva Generación, deberá permanecer en prisión preventiva oficiosa en el penal de máxima seguridad de «El Altiplano», ubicado en el Estado de México, debido a su perfil de alta peligrosidad.
Defensa y perfil del acusado
Durante su intervención ante el juez, el principal sospechoso intentó desvincularse del homicidio del alcalde argumentando que él tenía una forma honesta de ganarse la vida y una carrera profesional establecida. Gómez Sánchez declaró ser licenciado en Ciencias de la Comunicación y Periodismo, y afirmó haber trabajado como contratista para la Comisión Federal de Electricidad desde el año 2012. Además, mencionó haber sido asesor legislativo en el Congreso de la Unión en 2018 y haber realizado obras públicas recientes para el ayuntamiento de Santa Ana Maya, buscando con estos datos demostrar arraigo y actividad lícita ajena a la delincuencia organizada.
Sin embargo, las investigaciones de la Fiscalía presentan una narrativa muy distinta sobre su participación en el caso Carlos Manzo, acusándolo de ser el cerebro detrás del ataque. Según las autoridades, este sujeto fue quien coordinó a un reclutador y a un grupo de pistoleros para ejecutar el ataque la noche del 1 de noviembre, aprovechando la multitud del Festival de Velas. Su captura se logró semanas después, el 18 de noviembre, gracias a un operativo conjunto de fuerzas federales y estatales en el Centro Histórico de Morelia, desmantelando así parte de la estructura que habría planeado el atentado.
Actuación de la seguridad
Por otro lado, la situación jurídica de los encargados de la protección del funcionario también se complicó, ya que fueron vinculados a proceso bajo la acusación de homicidio por omisión en el asesinato de Carlos Manzo. El juez consideró que los siete escoltas no aplicaron los protocolos de seguridad necesarios e indispensables para salvaguardar la vida del presidente municipal. Aunque la defensa presentó 25 pruebas argumentando que el propio alcalde les ordenaba permitir el contacto cercano con la gente, la autoridad judicial determinó que hubo fallas graves en su deber de protección que facilitaron la agresión armada.
Uno de los puntos más controversiales en la actuación del equipo de seguridad involucra al escolta identificado como Demetrio “N”, quien enfrenta cargos adicionales por su reacción durante el crimen del edil. Se le acusa de haber disparado por la espalda y a corta distancia contra el agresor material, un joven de 17 años, cuando este ya había sido sometido y no representaba una amenaza inmediata. Según los peritajes, el guardaespaldas habría utilizado la misma arma del sicario para quitarle la vida, lo que complica su defensa al configurarse un posible uso excesivo de la fuerza o ejecución extrajudicial en la escena del crimen.








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