
WASHINGTON.- El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, anunció este domingo que bajo la Ley de Enemigos Extranjeros invocada la víspera se ha enviado a cerca de 250 personas consideradas integrantes del Tren de Aragua a El Salvador, que el presidente de ese país, Nayib Bukele, se ha ofrecido a encarcelar.
En el marco de ese proceso, el líder salvadoreño les había solicitado el envío de “dos peligrosos líderes” de la pandilla centroamericana Mara Salvatrucha (MS-13) “y 21 de sus más buscados para que comparezcan ante la Justicia en su país“, algo que el jefe de la diplomacia estadounidense dijo que se ha cumplido.
We have sent 2 dangerous top MS-13 leaders plus 21 of its most wanted back to face justice in El Salvador. Also, as promised by @POTUS, we sent over 250 alien enemy members of Tren de Aragua which El Salvador has agreed to hold in their very good jails at a fair price that will…
— Secretary Marco Rubio (@SecRubio) March 16, 2025
Rubio detalló en X que Bukele había ofrecido mantener a los acusados de ser miembros del Tren de Aragua “en sus excelentes cárceles a un precio justo“, lo que en su opinión “también ahorrará dinero” a los contribuyentes estadounidenses.
“Una vez más, el presidente Bukele ha demostrado que no solo es el líder de seguridad más fuerte de nuestra región, sino también un gran amigo de Estados Unidos“, añadió en un comunicado el jefe de la diplomacia estadounidense.
Rubio consideró que Donald Trump “está cumpliendo las promesas que le hizo al pueblo estadounidense” y que la expulsión de “cientos de criminales violentos” nunca se habría dado bajo ningún otro mandatario estadounidense.
Today, the first 238 members of the Venezuelan criminal organization, Tren de Aragua, arrived in our country. They were immediately transferred to CECOT, the Terrorism Confinement Center, for a period of one year (renewable).
The United States will pay a very low fee for them,… pic.twitter.com/tfsi8cgpD6
— Nayib Bukele (@nayibbukele) March 16, 2025
Trump invoca la Ley de Enemigos Extranjeros
Para acelerar las deportaciones contra miembros de Tren de Aragua, Trump decidió este sábado aplicar la Ley de Enemigos Extranjeros, que se remonta a 1798 y que no había sido invocada desde la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
Es una autoridad que en tiempos de guerra permite detener o deportar a los ciudadanos de una nación enemiga sin audiencia previa y, bajo la misma, todos los venezolanos mayores de 14 años que se considere que pertenezcan a esa banda, se encuentren en EE.UU. y no estén naturalizados o sean residentes permanentes legales están sujetos a ser detenidos, retenidos y expulsados en calidad de enemigos extranjeros.
Juez prohíbe las deportaciones
Antes de su invocación, no obstante, el juez federal James Boasberg había prohibido preventivamente su aplicación contra la deportación de cinco venezolanos, y poco después de la misma amplió su veto para cubrir a todos los no ciudadanos bajo custodia de Estados Unidos que estarían sujetos a dicha normativa.
El magistrado detalló en su orden, en vigor durante 14 días o hasta nuevo aviso, que todo avión con esas personas a bordo, que fuera a despegar o que estuviera en el aire debía volver a Estados Unidos.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, recordó en un comunicado que el Tren de Aragua había sido declarado por Estados Unidos como grupo terrorista extranjero en febrero.
“Es una de las bandas terroristas más violentas y despiadadas del planeta. Violan, mutilan y asesinan por deporte. Es responsable de algunos de los crímenes más atroces ocurridos en suelo estadounidense en los últimos años“, dijo.
Leavitt destacó que constituye “una amenaza directa a la seguridad nacional” de Estados Unidos y consideró que el arresto y deportación de esos cerca de 250 integrantes, que ella elevó a casi 300, “ha salvado innumerables vidas estadounidenses.”
Es preocupante que se estén deportando a tantas personas sin un proceso claro. Aunque la seguridad es importante, no deberíamos olvidar que detrás de cada número hay historias y vidas. Deportar sin un análisis adecuado puede llevar a injusticias y más problemas en el futuro. Es un tema delicado que merece más atención y reflexión.
Es preocupante ver cómo se están manejando estas deportaciones. Aunque la seguridad es importante, no se puede olvidar que detrás de cada número hay personas con historias y familias. En vez de buscar soluciones que ayuden a todos, parece que solo se están tomando decisiones drásticas sin pensar en las consecuencias a largo plazo. Hay que encontrar un equilibrio entre la seguridad y el respeto a los derechos humanos.