
Cirujanos del Hospital Universitario de Guangzhou, en China, lograron un hito en la medicina al trasplantar por primera vez un pulmón procedente de un cerdo genéticamente modificado a una persona con muerte cerebral. El órgano funcionó durante nueve días sin mostrar signos de rechazo hiperagudo ni infección, según un estudio publicado en Nature Medicine.
El procedimiento fue realizado en un hombre de 39 años que permaneció intubado tras haber sufrido una hemorragia cerebral. El pulmón trasplantado (el izquierdo) provenía de un cerdo modificado mediante CRISPR con seis alteraciones genéticas destinadas a reducir la activación del sistema inmunológico humano y minimizar el riesgo de rechazo.
Durante las primeras 24 horas se observó edema pulmonar y daño por isquemia-reperfusión —lesiones causadas por la restauración del flujo sanguíneo tras la falta de oxígeno—. Entre los días 3 y 6 aparecieron signos de rechazo mediado por anticuerpos, aunque el órgano mostró cierta recuperación parcial hacia el final del periodo observado.
Expertos como Beatriz Domínguez-Gil, directora de la Organización Nacional de Trasplantes (España), consideraron este experimento como un hito en la medicina traslacional, que abre una vía para combatir la escasez de órganos. Sin embargo, la crítica es de cautela: el pulmón humano derecho del paciente seguía funcionando, lo que dificulta evaluar el rendimiento aislado del injerto porcino, y la situación del paciente en muerte cerebral añade variabilidad por el estado inflamatorio general.
Asimismo, investigadores como Iván Fernández Vega resaltan que el protocolo de inmunosupresión fue extraordinariamente agresivo, limitando su aplicabilidad clínica, y que aún persisten interrogantes sobre la seguridad microbiológica, incluyendo posibles virus latentes de origen porcino.
Este experimento demuestra que el xenotrasplante de pulmón puede ser técnicamente viable, aunque los desafíos —como el control de la respuesta inmunitaria, la preservación del injerto y la seguridad infecciosa— exigen avances significativos antes de pensar en aplicaciones clínicas reales. Los pulmones son especialmente complejos por su exposición constante al aire y la fuerte sensibilidad inmunológica, lo que los hace más difíciles que otros órganos como los riñones o hígados. Este logro representa un paso importante, pero aún distante de convertirse en un método terapéutico estándar.
Más allá del logro técnico, este experimento plantea profundas implicaciones éticas y científicas sobre el futuro de la medicina regenerativa. Los xenotrasplantes, aunque prometen ser una solución al déficit global de órganos para trasplante, también abren debates sobre la manipulación genética, los límites de la intervención médica y los riesgos de introducir tejidos animales en humanos.
Investigadores señalan que uno de los mayores obstáculos para avanzar en esta línea será el diseño de terapias inmunológicas menos invasivas. El protocolo utilizado en este estudio incluyó una combinación intensiva de inmunosupresores y anticuerpos monoclonales que, si bien ayudaron a evitar un rechazo inmediato, serían demasiado tóxicos para pacientes vivos a largo plazo.