
8 SEPTIEMBRE 2025- INTERNACIONAL- El Papa León XIV ha canonizado a Carlo Acutis, un joven que falleció a los 15 años en 2006, convirtiéndose en el primer santo millennial de la historia. Acutis, conocido como el ‘influencer de Dios’, ha atraído una devoción masiva por su capacidad de unir espiritualidad y tecnología en su corta vida. En una ceremonia solemne en la Plaza de San Pedro, el Pontífice también canonizó a Pier Giorgio Frassati, un joven italiano que murió en 1925, conocido por su profundo compromiso con los más necesitados. Ambos santos, según el Papa, son un ejemplo para los jóvenes para que no «malgasten la vida».
Carlo Acutis nació en Londres en una familia italiana y creció en Milán. Desde niño, mostró una gran devoción por la Eucaristía y la Virgen María, y utilizó su talento con la informática para evangelizar. Creó una página web para documentar los milagros eucarísticos reconocidos por la Iglesia, y su labor le valió el apodo de «el ciberapóstol de la Eucaristía». Su vida, marcada por una profunda fe y un compromiso con la tecnología, lo convirtió en una figura inspiradora para los jóvenes creyentes en todo el mundo. La Iglesia, por su parte, ha adoptado la figura de Acutis como un símbolo para conectar con las nuevas generaciones.
El proceso hacia la santidad de Acutis comenzó en 2013 y ha avanzado rápidamente. En 2018 fue declarado venerable y en 2020 fue beatificado por el Papa Francisco I, después de que se le atribuyera un milagro: la curación inexplicable de un niño en Brasil con una anomalía en el páncreas. Su tumba en Asís se ha convertido en un lugar de peregrinación para miles de personas. El joven santo es un ejemplo de que la fe puede florecer incluso en la era digital.
Los milagros que llevaron a la santidad

El segundo milagro, que ha llevado a la canonización de Acutis, se produjo en 2022. La Iglesia le atribuyó la recuperación de una joven costarricense, Valeria Valverde, de 21 años, que se encontraba en coma tras sufrir un accidente de bicicleta. La joven mejoró de manera «extraordinaria», y su curación fue considerada por los médicos como inexplicable, lo que impulsó la canonización del joven. Este segundo milagro es un testimonio de la devoción que Acutis ha generado en todo el mundo y de la fe de los que creen en su intercesión. .
La canonización de Acutis junto a Pier Giorgio Frassati refuerza la intención de la Iglesia de presentar a jóvenes cercanos y ejemplares, capaces de unir la fe con la vida cotidiana y el compromiso social. La figura de Acutis es un claro ejemplo de que la santidad no es algo exclusivo del pasado o de personas que vivieron vidas extraordinarias; es algo que puede ser alcanzado por cualquier persona que viva una vida de fe y de compromiso con los demás. Su canonización es una señal de que la Iglesia está tratando de adaptarse a los nuevos tiempos.